El extraño «canto de pájaros» que se ha descubierto en una zona inhóspita del espacio profundo
El silencio y la inmensidad que predomina en las vastas profundidades del espacio exterior han sido interrumpidos por un sonido totalmente inusual. Un equipo de científicos de Estados Unidos, China y Suecia captaban en las últimas horas un misterioso patrón sonoro que se habría producido a 165.000 kilómetros de nuestro planeta. Lo más sorprendente de este hallazgo no es la posibilidad de detectar un sonido, sino el propio sonido en sí.
Tal como han detallado los investigadores en el artículo publicado en Nature, el sonido detectado habría sido descrito como un «canto de pájaros». Este fenómeno, detectado por radiotelescopios avanzados, no se parece a nada que se haya registrado antes y habría ocurrido durante una exploración rutinaria de señales en frecuencias de radio provenientes del espacio profundo.
Este peculiar sonido sería resultado de intensas explosiones electromagnéticas, conocidas como ondas cósmicas. Las extrañas ondas duran solo unas décimas de segundo –como mucho– y han sido registradas desde la década de 1960 gracias a las estaciones de investigación construidas en la Antártida.
¿Qué explicación hay detrás?
El origen de esta extraña señal ha abierto una serie de teorías, tanto dentro como fuera de la comunidad científica. Una posibilidad es que se trate de una nueva clase de fenómeno astrofísico. Sin embargo, la regularidad de este «canto» podría indicarnos que se trata de un fenómeno bastante común en el universo, como la órbita de cuerpos masivos o la interacción de gases en regiones densas del cosmos.
A pesar de ello, dada la naturaleza tan característica de la señal, también ha dado pie a teorías más conspiratorias. Algunos expertos se preguntan si podría ser el resultado de una tecnología avanzada, aunque estas ideas suelen ser recibidas con escepticismo. Asimismo, la complejidad del patrón ha hecho que incluso los más cautos consideren todas las posibilidades.
Este descubrimiento indica, según los expertos, «que su generación no está determinada únicamente por el entorno local y que pueden desarrollarse en cualquier lugar del espacio». Esto ha dado pie a nuevas teorías de por qué estas ondas podrían desarrollarse como consecuencia de la interacción de electrones de alta energía en el espacio.
«Los electrones térmicos sirven como fuente de energía para las ondas», escriben. A esto hay que añadir que la señal ha sido registrada en repetidas ocasiones, lo que indica que no es un evento aislado, pero su intensidad varía, lo que sugiere que podría provenir de una fuente que gira o se mueve de forma irregular.
Este descubrimiento subraya lo poco que sabemos sobre el universo. Cada día, los avances en tecnología nos permiten mirar más lejos y escuchar más profundamente, pero también revelan lo compleja e inesperada que puede ser la naturaleza. A día de hoy, este característico «canto de pájaros» seguirá siendo un enigma abierto.