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María Blasco, directora del CNIO, junto a la ministra Diana Morant
La figura de Morant, en entredicho: su defensa sin cuartel a Blasco la salpica a solo un día de 'su' congreso
La polémica que vuelve a señalar a la ministra de Ciencia llega en una semana clave para afianzarse entre los barones socialistas
El patronato del CNIO destituye a la directora María Blasco y al gerente Juan Arroyo por su polémica gestión
«No me van a encontrar nunca hablando mal ni contribuyendo al desprestigio de nuestros centros de investigación», compartía la Ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, el pasado 13 de diciembre. Ni dos meses después, los acontecimientos han provocado que la figura de la ministra esté más en entredicho que nunca. El cese fulminante de la directora del CNIO, María Blasco, junto a la imputación del Juzgado de Instrucción número 13 de Madrid por estafa y malversación, han puesto en la diana a una Morant cada vez más cuestionada.
En primer lugar, hay que destacar la relación entre Morant y Blasco. En los últimos años, el silencio del Ministerio Ciencia ante las polémicas actividades de la exdirectora cobran mayor protagonismo ahora si analizamos la despedida de la bióloga alicantina. En una carta dirigida a sus trabajadores, Blasco destacaba la comunicación mantenida con Morant en relación a su marcha —la cual fue forzada por el patronato—.
«Hoy puedo decir públicamente que había acordado con el Secretario de Estado de Ciencia en 2024 un cambio de dirección. Y que mi deseo se había comunicado a la ministra Morant. Acordamos que el relevo se realizara de manera ordenada y tranquila en beneficio de la institución y mi labor de 14 años al frente del CNIO», expone el texto de Blasco.
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La ministra Diana Morant junto a María Blasco, directora del CNIO
En las últimas semanas, la ministra se ha caracterizado por defender a capa y espada al centro y a su dirección, agregando que el CNIO es «el principal centro de investigación oncológica contra el cáncer de nuestro país y el segundo mejor de Europa». «Lo dicen los rankings, no lo digo yo», señaló la ministra.
Una defensa del centro que choca con la extremada lentitud en la que el Ministerio de Ciencia ha llevado a cabo las distintas investigaciones sobre Blasco y las supuestas irregularidades vinculadas al programa CNIO-Arte y los enchufismos protagonizados por la exdirectora. La situación, a pesar de la gravedad, solamente recibía la vaga promesa de Morant, que alegaba que «se tomarán decisiones sin prisa».
Una lentitud que terminó de provocar el hartazgo de la mayoría de grupos parlamentarios. Sin ir más lejos, el PP solicitó en el Senado —donde tiene mayoría absoluta— que la titular de Ciencia compareciera en la Comisión de la Cámara Alta para que «informe» sobre «la compra de arte por parte del Centro Nacional de Investigación Oncológica». En este contexto, está previsto que a inicios de febrero —casi dos meses después— Morant comparezca en el Congreso de los Diputados para explicar todos los detalles.
Señalada a un día de 'su' congreso
Morant tratará de evitar cada una de las consecuencias justamente cuando su partido ha intentado distanciarse de la figura de Blasco. En los últimos días, el PSOE destacó que la exdirectora del CNIO fue nombrada durante el Gobierno de Mariano Rajoy. Sin embargo, María Blasco se incorporó como directora en el mes de junio de 2011, casi medio año antes de las elecciones ganadas por los 'populares' a José Luis Rodríguez Zapatero.
La controversia que vuelve a señalar a Morant llega en un momento en el que la ministra busca afianzarse entre los barones socialistas. El PSPV abordará desde mañana, 31 de enero, hasta el domingo 2 de febrero, su XV Congreso ordinario. Una cita en la que la Morant reorganizará su equipo para plantar batalla al presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, y en la que seguramente rondará el fantasma del CNIO.