El autógrafo más extraño de Antonio Banderas

A Chorus Line se estrena este viernes en el Teatro Calderón de Madrid, bajo la dirección de Antonio Banderas y con Manuel Bandera en rol protagonista. Con ese motivo, los dos actores acudieron a El Hormiguero, donde ensayaron un pequeño número de la función.

Banderas reivindicó ya de entrada el trabajo de los actores de musicales. «El mundo del musical, por razones que desconozco, no tiene la consideración que a mi juicio tendría que tener. Son actores, bailarines y cantantes al máximo nivel, y no tienen el reconocimiento que tienen los cantantes pop o de otro tipo de formas artísticas. Son personas muy preparadas en varios ámbitos».

Los que se ha traído a Madrid es una auténtica selección. «Hicimos pruebas a 1.800 personas. Empezaron en Málaga, seguimos en Madrid, fuimos a Barcelona y quedaron 40 ó 50». Estos fueron los elegidos. «Lo que llega al Calderón es una gente muy meticulosa. Es gente muy perfeccionista».

Un Antonio Banderas muy didáctico explicó la importancia de este musical en la historia del género. Su estrenó en Broadway en 1975 fue toda una revolución: «Cambió lo que era el paradigma del musical americano. El musical americano clásico se basaba en las estrellas. La persona que llega a Nueva York y lucha durante un número de años hasta que consigue ser una estrella en la calle 42. A Chorus Line pone el foco no en las estrellas, no en los protagonistas, sino en aquellos que están detrás, que no son famosos, pero que son los que mantienen la industria».

En esta versión española, Manuel Bandera interpreta a Zach. Anoche recordó su reacción cuando Antonio Banderas lo llamó para unirse al proyecto: «Me caí redondo al suelo. Llevo persiguiendo este musical desde 1985». Entonces, se estrenó A Chorus Line en el Teatro Monumental de Madrid. «Todos los bailaores pasamos por allí», recordó. Se trabajó incluso en una adaptación española. Se llegaron a realizar audiciones. Bandera se presentó a ellas y lo eligieron para un papel, pero finalmente todo aquello se paró. Más de 35 años después, ha podido cumplir aquel sueño.

Hay algo que no ha cambiado desde entonces. Que lo confundan con Banderas. «Si alguien me grita ‘Antonio’, yo miro», confesó divertido. A su hija, en el cole, le añaden una ‘ese’ a su apellido.

Antonio Banderas escuchaba divertido y, modesto, contó cuál fue el autógrafo más extraño que ha firmado. Ocurrió en Nueva York. A bordo de un taxi. Lo confundieron con Lorenzo Lamas. El taxista le pidió una rúbrica. Y él no lo dudo y firmó. «¿Como el rey de las camas?», se interesó Bandera. No, a tanto no llegó.

En diciembre, Indiana Jones

No para el actor malagueño. «Estoy en mi estado natural, que es el agotamiento», dijo más en broma que en serio. Tiene la agenda copada hasta finales de año, cuando rodará la quinta parte de Indiana Jones. «Yo he rodado películas en tres semanas. Esta es una película que lleva rodándose desde junio, y yo rodaré en diciembre. Son películas que tienen primera, segunda, tercera, cuarta, quinta unidad, que están trabajando a la vez en diferentes países. Son producciones muy grandes, es fantástico estar ahí, pero de alguna forma es un poco impersonal, no conoces a todo el mundo. A mí las películas que son un poquito más pequeñas me gustan mucho, porque generan más equipo», analizó el actor español más internacional. El día anterior había estado en ese mismo estudio la actriz española más internacional, Penélope Cruz.