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Victoria Abril Masterchef

‘MasterChef Celebrity’

Victoria Abril cava su propia tumba en ‘MasterChef’

La actriz se ofusca en la última prueba y acaba expulsada, pero da la experiencia por buena: «Me ha salvado la vida»

«Mira que yo tengo costumbre de trabajar desde los 14 años, y estas siete semanas me han agotado los 50 últimos años de cine». Así se despidió Victoria Abril de ‘MasterChef’. Fue una gala que empezó bien para ella, como segunda en la primera prueba, y acabó fatal, ofuscada en un reto final que se le atragantó desde el supermercado.

La noche de su adiós fue también la del regreso de Miki Nadal, ganador de la repesca para desgracia de su ‘rival’ Juanma Castaño.

Noche musical y almodovariana

La gala arrancó muy almodovariana. Las invitadas Anabel Alonso y Bibiana Fernández, participantes en ‘MasterChef Celebrity 3’, dirigieron un peculiar karaoke. Antes se reencontraron con sus amigas Victoria Abril y Verónica Forqué, aspirantes de la actual edición, así que el plató del ‘talent’ culinario juntó a gran parte del elenco femenino de Kika, esa película de Pedro Almodóvar que hoy sería víctima de la ‘cultura de la cancelación’.

El karaoke consistía en identificar canciones relacionadas con una receta. El que acertase, se quedaba con el plato en cuestión. Todos ellos eran tradicionales, pero en la canción. El reto consistía precisamente en reinterpretarlos con técnicas de vanguardia. Así fue el reparto de las peculiares comandas: arroz con bacalao (Arkano), pavo relleno (Carmina Barrios), crema de arroz y alubias (David Bustamente), guiso de cochinillo (Verónica Forqué), bacalao confitado (Eduardo Navarrete), pescado con papas y salsa de mojo picón (Belén López), tarta de limón (Victoria Abril), bavaroise de café (Juanma Castaño) y rabo de toro (Iván Sanchez). Las propuestas más complicadas, por la sucesión de elaboraciones que exigían, correspondieron a Juanma Castaño y a Verónica Forqué. «No sé por dónde empezar», admitió el periodista ya con el cocinado avanzado, desbordado como Mingueza por Vinicius. En el otro extremo, en el mar de la tranquilidad, se movían David Bustamante, con su arroz y sus alubias, y Verónica Forqué, ajena al estrés y también a la receta que tenía que replicar.

Verónica Forqué, en el primer reto

Aunque estaba en su punto, el arroz con bacalao de Arkano quedó «muy atomatado». Verónica Forque presentó uno de los peores platos, y uno de los más feos, de la edición. El pescado con papas y salsa de mojo picón le quedó «muy bien» (Pepe Rodríguez dixit) a Belén López. El pavo relleno de Carmina Barrios resultó un tanto rocoso y el emplatado, muy tosco, no ayudó a mejorar la impresión. El rabo de Iván también quedó «durito», según los jueces. La tarta de limón de Victoria Abril fue calificada de «casi perfecta» por Jordi Cruz, y de hecho la actriz fue elegida como la subcampeona del reto. «Ya no soy la reina de la morralla», analizó divertida, sin saber lo que la gala le aguardaba. Navarrete hizo una réplica «bastante parecida», juzgó el chef catalán, y se llevó por ello la medalla de bronce.

¿Y Juanma Castaño y David Bustamante? El periodista presentó un plato con aspecto de vomitona –uno de los más feos de la historia del programa, según Pepe Rodríguez– y, aunque no estaba mal de sabor, fue elegido como el peor del reto. Por el contrario, el cantante lo bordó y se llevó la medalla de oro con un plato dedicado a uno de sus abuelos: «Es una réplica perfecta», elogió Jordi Cruz, poseedor de seis estrellas Michelín.

Lo tradicional triunfa en Cáceres

El Monasterio de San Jerónimo de Yuste (Cáceres) acogió la prueba de exteriores. Como estamos a la mitad del concurso, tocaba repesca, que habitualmente tiene como escenario el reto que se celebra fuera del plató. Sorprendieron los chefs al anunciar que no caería esa breva. Así que los aspirantes que quedan en liza se quedaron sin ver a Miki Nadal, Terelu, Julián Iantzi, Yotuel, Vanesa Romero, Samantha Hudson y Tamara. Por el momento…

Los cuatro primeros de la prueba inicial formaron el equipo rojo: David Bustamante (capitán), Victoria Abril, Eduardo Navarrete y Belén López, a los que se les sumó, por decisión propia, Arkano, que había quedado quinto. En el azul formaron los cuatro restantes: Carmina Barrios, Iván Sánchez, Verónica Forqué y Juanma Castaño (capitán).

Los del mandilón rojo eligieron el menú moderno, elaborado por Jordi Cruz: bacalao con pimientos y berenjenas 2.0 en esferas; espaldita de cabrito a baja temperatura con texturas de picada; y helado de torta del Casar, galleta, cereza en dos texturas, begonias y haba tonka. El tradicional, firmado por Pepe Rodríguez, correspondió al azul: bacalao con pimientos y berenjenas, caldereta de cabrito a la extremeña y tarta de torta del Casar con helado de cereza.

Los capitanes empataron a desesperación. Juanma Castaño, bloqueado en su rol, tuvo que ser consolado por Verónica Forqué, que en las dos últimas galas ha pasado de ser una mujer al borde de un ataque de nervios a una concursante de lo más zen. Además de mostrar buena mano, Iván Sánchez supo asumir el papel de capitán que dejó vacante el periodista, y el equipo funcionó bien, pues Carmina Barrios y Verónica Forqué se sintieron a gusto con el recetario tradicional y hasta Juanma Castaño atinó con el postre.

En el otro bando, David Bustamante se sintió superado en su condición de hombre-orquesta, pues llegó a combinar lo de dar órdenes con la ejecución de tres elaboraciones distintas. Los platos a elaborar eran más complejos y, aunque eran uno más en el equipo, no estuvieron a la altura: «No hemos servido comida de vanguardia, sino de retaguardia», lamentó Jordi Cruz. David Bustamante, Victoria Abril, Eduardo Navarrete, Belén López y Arkano soñaron con esferificaciones.

Al fin, la repesca

Cocinar una tarde y comer toda la semana. Los anglosajones le llaman ‘batch cooking’, protagonista del reto final. Se trataba de elaborar cinco platos (ricos, variados, saludables y que se pudiesen congelar) para cinco días de la semana, y con una determinada técnica. Los delantales negros compartieron fogones con, ahora sí, los repescados, que tuvieron que superar una prueba similar.

Repesca Masterchef

Andrea Polidura

El jurado empezó las valoraciones por los ex aspirantes. Julian Iantzi presentó cuatro fiambreras en lugar de cinco. Samantha Hudson trabajó sin ganas. Vanesa Romero elaboró un menú triste pero que se ajustaba a lo solicitado. Terelu Campos solo acertó con uno de los cinco platos, un pollo. Tamara se llevó un aprobado raspado. Yotuel cocinó con sazón y sabor, pero sus propuestas no encajaban con el concepto. Miki Nadal hizo justo lo que habían pedido los chefs, y le salió todo rico, y eso supuso su regreso al concurso. Su pique con Juanma Castaño, salsa de la edición, vuelve a estar servido.

Los aspirantes fueron los últimos en saber su futuro. «Hay trabajo y en ti veo una pequeña evolución», elogió Jordi Cruz a Eduardo Navarrete. Belén López fue la que mejor entendió la prueba y, además, sus platos estaban ricos. David Bustamante se quedó corto de sabor, pero pasó el corte.

De lo de Arkano solo se salvaba un plato, pero al menos usó la técnica que se le exigió, que era cocinar al vapor.

A Victoria Abril se le cruzó la prueba desde un primer momento. «Estoy cavando mi tumba. ¡Dejadme en paz!», despachó a Samantha Vallejo-Nágera y a Amelicious, aspirante de ‘MasterChef 9’, cuando se acercaron por sus dominios. Su drama comenzó en el supermercado, pues no fue capaz de recoger todo lo que necesitaba. Tampoco aplicó la técnica que le correspondía, que era cocinar a baja temperatura. Como era de espera, el resultado fue flojo, nada apetitoso.

Fue ella la expulsada. Se marchó con una sonrisa, y al límite de sus fuerzas: «Estoy muy cansada», admitió. Física y mentalmente. En todo caso, la experiencia ha valido la pena, y mucho: «Me ha salvado la vida. Yo salía de una depresión, y de una crisis existencial grave, con el Covid el año pasado. Estaba reponiéndome, en mi casita, en Málaga, con mi cocina. Y llegó vuestra llamada. Esto te toma la cabeza. No hay nada más que ‘MasterChef’ y ensayar».

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