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Por dónde irán los tiros de ‘El juego del calamar’
Las probables claves de la futura trama de la serie de mayor éxito de Netflix
El descomunal éxito de El juego del calamar, el mayor pelotazo de Netflix en 2021 y puede que de su historia, convierte en inevitable una segunda parte a la que su director, Hwang Dong-hyuk, se resistía en principio, pues había quedado extenuado tras el rodaje de la primera.
Llegados a este punto, los millones de seguidores de la serie coreana se preguntan: ¿por dónde irán los tiros –nunca mejor dicho– de la nueva temporada? Para responder a esta pregunta tenemos dos vías. Las respuestas que ofrece su guionista y director, el ya citado Hwang Dong-hyuk, y las pistas que esconde, si prestamos minuciosa atención, la primera temporada de la serie.
Si hay seres humanos que han llegado hasta este párrafo que no hayan visto aún esa primera temporada, es el momento de que paren, porque a partir de ahora los destripes –cuánto mejora esta palabra a spoiler– se sucederán.
Vayamos primero con la versión del director. En diferentes entrevistas que ha concedido a la estela del éxito planetario, ha ido avanzando la trama. «Mientras escribía la primera temporada, pensé en las historias que podrían estar en la segunda temporada si es que se llegase a hacer una. Una historia sería la de El Líder», ha declarado, añadiendo que se podría ahondar en su pasado, en cómo un policía acaba siendo el Darth Vader de la isla coreana más mortal.
También ha dejado caer que Seong Gi-hun, el ¿afortunado? ganador de la edición 2020 de El juego del calamar, podría buscar a la trajeada persona que –por medio del juego de los sobres– le hizo entrar en la dinámica mortal y, en lugar de disfrutar del suculento premio en una isla –esta vez– paradisíaca, empezaría a trabajar para que nadie más cayese en la tentación. El antiguo número 456 sería el eje de esta otra trama y el hilo de unión con la anterior, pues se afanaría también en conocer la historia del líder y su hermano Hwang Jun-ho, y en confirmar –sorpresa– si el agente de la ley murió o no al caer a las aguas tras aquel fraternal enfrentamiento. Si vive, sería un volantazo argumental similar a una hipotética segunda parte de Thelma & Louise que se iniciase con ellas vivas en la otra esquina del acantilado.
Las pistas del quinto capítulo
En el caso concreto de la nueva línea argumental centrada en El Líder, Hwang Dong-hyuk ha citado expresamente la palabra «precuela». Y es aquí donde podemos tirar del hilo de lo que hemos visto hasta ahora. En concreto, de lo que observamos –fundamentalmente en el quinto episodio– cuando el policía Hwang Jun-ho, que se ha infiltrado en el juego como guardia en busca de respuestas sobre su desaparecido hermano, accede a la subterránea sala donde se custodian los archivos de El juego del calamar. En ese escondite hay multitud de archivadores de diferente tipo. Vemos, en los estantes, los de las ediciones de 1998, 1999 –de ésta consulta un par de páginas–, 2007, 2009, 2013, 2014 y 2020. Sabemos que ésta es la vigente, porque aparece el número 456, el futuro ganador Seong Gi-hun.
Pero lo más interesante lo esconde una caja adornada con el mismo lacito rosa que los ataúdes de los caídos en combate. Es una simple hoja que contiene el palmarés de El juego del calamar, el número y nombre de los triunfadores de la sexta y última ronda en cada uno de los años que se ha disputado. Por ella nos enteremos que se ha venido celebrando, a razón de una edición por año, desde nada menos que 1988. Le damos al pause y tomamos nota de los números de los ganadores que nos dejan ver. Estos son, por si alguien quiere jugarlos en la Lotería Nacional o en el cupón de la ONCE: 174 (edición 1988), 129 (1989), 28 (1990), 63 (1991), 187 (1992), 112 (1993), 33 (2012), 436 (2013), 407 (2014), 132 (2015), 173 (2016) y 300 (2017).
En la edición del 2015, el policía Hwang Jun-ho encuentra un nombre muy familiar junto al número del ganador: es el de Hwang In-ho, su hermano. El ganador de vigésimo octava edición de El juego del calamar. Todo indica, pues, que esa precuela nos hablará mucho de aquella edición del 2015, de cómo Hwang In-ho empieza ganando un juego y acaba como El Líder. De su paso al lado oscuro.