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Parejas memorables de cine que nunca olvidaremos

Ya sea por sus personajes, los actores que los interpretan o la historia que viven, estas películas se han convertido en representantes de auténticas historias de amor inolvidables

Cristina Blanco Vázquez

Madrid Actualizada 05:27

Scarlett O'Hara y Rhett Butler - `Lo que el viento se llevó´ (1939)

Intensa, desproporcionada, arrebatadora, emotiva... Se podrían utilizar muchos adjetivos para describir la relación entre Scarlett O'Hara y Rhet Butler. Si ella dijo que ponía a Dios por testigo de que no volvería a pasar hambre, nosotros lo hacemos al asegurar que no hay pareja del cine que nos conquiste más que la de esta joven sureña egoísta y este vividor arrogante. El amor-odio que se profesan aparece en las casi tres horas de película.

Annie Hall y Alvy Singer - `Annie Hall´ (1977)

Un humorista neurótico reflexiona sobre la relación que mantiene con Annie desde su primer encuentro hasta el final que les sobreviene. Un interesante documento histórico sobre el amor en la década de los setenta. «Una relación es como un tiburón; tiene que estar continuamente avanzando o se muere. Y me parece que lo que aquí tenemos es un tiburón muerto». Habrá que ver si con las reflexiones que surgen entre ellos, el suyo está muerto o siempre tiene una segunda vida.

Johnny Castle y Frances Houseman, `Baby´ - `Dirty dancing´ (1987)

`The time of my life´ y «no permitiré que nadie te arrincone» se convirtieron en auténticos himnos de los 80 después que se estrenase `Dirty dancing´, una película de bajo presupuesto que originalmente solo iba a estar disponible en VHS, pero que llenó las salas de cine rompiendo récords. Si con la canción quisimos protagonizar su mítico baile final, con la frase que Johnny (Patrick Swayze) le dedica a Baby (Jennifer Grey) solo anhelamos vivir un verano como el de ellos en el resort Kellerman.

Vivian y Edward - `Pretty woman´ (1990)

Una de las comedias de Gary Marshall (a sus pies) nos habla del amor que surge entre una prostituta y un hombre de finanzas, demostrando que la clase, la educación y la bondad nunca tienen que ver con la posición social. Una adaptación moderna del clásico de Pygmalion de George Bernard Shaw, que también vimos en My fair lady, con Audrey Hepburn.

Celine y Jesse - `Antes del amanecer´ (1995)

Un encuentro fortuito en un tren con destino Viena y una promesa a un año vista son las claves del amor de Celine y Jesse que, cuando se sientan en el mismo vagón en Budapest, desconocen que tienen ante sí la noche más mágica de sus vidas. Su historia continuaría en dos películas más, `Antes del atardecer´ y `Antes del anochecer´, donde Richard Linklater analiza el vínculo amoroso a través del tiempo con las conversaciones banales y trascendentales de dos personajes soñadores a la par que reflexivos. La química entre Ethan Hawke y July Delpy hace el resto.

Francesca y Robert - `Los puentes de Madison´ (1995)

Seguimos preguntándonos qué habría pasado si Francesca hubiese tenido el valor de abrir la puerta de la furgoneta para lanzarse a los brazos de Robert después de pasar cuatro días juntos. La historia hubiese sido completamente distinta, pero el semáforo se puso en verde y el personaje de Meryl Streep decidió quedarse con el amor intermitente de su marido y sus hijos en lugar de arriesgarse al del fotógrafo. La película es el mejor ejemplo del amor como renuncia y de cómo la presencia de alguien puede cambiar la lente con la que miramos. Ya lo dijo el personaje de Clint Eastwood: «Cuando haya terminado con el puente que vimos hoy, no tendrá el aspecto que tú piensas. Lo habré convertido en algo mío, por la elección de la lente, o el ángulo de la cámara, o la composición general, o probablemente por la combinación de todo eso».

Jack y Rose - `Titanic´ (1997)

Que Jack no entrase en la tabla es una de las mayores tragedias del cine. Sobre todo porque pensamos que si Rose le hubiese hecho un hueco, ambos se habrían salvado. Claro que `Titanic´ no se habría convertido así en una de las historias de amor más épicas de los noventa. La que es un día fue la película más cara del cine encumbró a James Cameron.

Kathleen y Joe - `Tienes un e-mail´ (1998)

Con Nueva York y los libros como telón de fondo, el encanto de `Tienes un e-mail´ nace de sus dos protagonistas. Bien es verdad que podríamos haber hablado también de `Algo para recordar´, también interpretada por uno de los mejores dúos de las comedias románticas: Tom Hanks y Meg Ryan. Dadnos, además, un guion de Nora Ephron y no pararemos de verla hasta sabernos sus diálogos.

William y Anna Scott - Notting Hill (1999)

Llegamos a la película por el talante de Julia Roberts y ese tartamudeo ingenuo de Hugh Grant, pero nos quedamos por Notting Hill, ese barrio multicultural londinense que sirve de escenario para una de las comedias románticas más famosas de los 90. La historia entre la estrella de cine Anna Scott y el librero William Thacker nos conquista por la química de sus protagonistas, por sus actores secundarios (cómo olvidar a Spike), las gafas de buceo, la declaración final y por convertir en míticas las canciones `When you say nothing at all´, de Ronan Keating y `She´, de Elvis Costello.

Mia y Sebastian - `La la land´ (2016)

Una historia de lo más agridulce presentada de la forma más edulcorada posible. La música, la fotografía y la ciudad de Los Ángeles se rinden ante Mia y Sebastian, Emma Stone y Ryan Gosling, para hacernos ver que el amor, a veces, no puede superar el anhelo de cumplir tus propios sueños.