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Carmina Barrios llora en la prueba fina

Carmina Barrios llora en la prueba final

MasterChef

Carmina se va y deja a ‘Masterchef’ sin chicas de oro

La andaluza fue eliminada en una gala que se inició con la renuncia de Verónica Forqué. Juanma Castaño, Miki Nadal, Belén López y David Bustamante son los finalistas de la sexta edición

«La Carmina muere aquí. Ya va a ir para el sofá y para el cuarto de las ratas», anunció antes de la prueba final, que consistía en replicar un postre con multitud de elaboraciones. Dicho y hecho. Fue ella la que cayó a las puertas de la final. Carmina Barrios, la última de las Las chicas de oro de MasterChef en marcharse. Las otras eran Victoria Abril y Verónica Forqué, cuya renuncia se confirmó al principio de la undécima gala.

Pocas veces un adiós habrá sido más alegre. Es cierto que lloraron todos los compañeros –incluso Juanma Castaño, al que vimos por primera vez emocionado– y que a Pepe Rodríguez se le quebró la voz. Pero todos la arroparon en el sofá, componiendo una despedida insólita en la historia del programa: bajaron de la galería los cuatro finalistas para besarla y, junto a Pepe se sentaron los otros dos chefs, que se quedan siempre al margen en las despedidas. ¿Y qué hizo Carmina? Pues ponerse a bailar. Así de contenta se fue. Antes de irse pronosticó que su querida Belén superará a Juanma en el duelo final, que veremos la semana próxima.

Así pues, los finalistas de la sexta edición de MasterChef Celebrity son el gruñón oficial del concurso, Juanma Castaño, al que ya podemos llamar «El Gran Tapado de Masterchef» (aunque Carmina prefiere llamarlo «El Triste»); el resucitado Miki Nadal, que tras ser eliminado regresó en la repesca y ha ido creciendo desde entonces; la aún favorita Belén López; y David Bustamante, que ha llegado a la final a gatas («arrastrándome», según su propia definición).

Primer triunfo de Castaño

Arrancó la gala con una prueba de alta tensión y gran tradición en el programa: la de la cinta transportadora. Por ella desfilaron, entre otras sorpresas, los ingredientes a utilizar para elaborar un plato de casquería. Amenizó el cocinado la ganadora de MasterChef Celebrity 4, Tamara Falcó.

Miki Nadal eligió cocinar unas brochetas de corazón, que trabajó a baja temperatura. Carmina Barrios optó por un arroz con lengua de vaca. Belén López cocinó oreja de cerdo. Los dos mejores platos fueron el hígado que preparó David Bustamante y las mollejas de cordero de Juanma Castaño. El asunto quedó entre el cantante y el periodista, y la última palabra correspondió a los amigos del cántabro. Pitingo se percató de la cuestión y cambió el voto de su mesa: era para Castaño y, discretamente, pasó a ser para Bustamante. Aunque el artista fue proclamado ganador en primer lugar ,después se activó el VAR de MasterChef y el triunfo se le adjudicó a Juanma Castaño. Fue lo más justo: «Espectacular», coincidieron todos en el comedor al probar sus mollejas. Los comensales fueron amigos de los aspirantes, entre ellos famosos como Antonio Carmona y Vicente Amigo, amigos de Belén; Pitingo y Gemma Mengual, amigos de Bustamante; Felisuco y Berta Collado, amigos de Miki; o José Ramón de la Morena, amigo de Juanma.

Pitingo hizo una trampa para intentar que ganase Bustamante

Pitingo hizo una trampa para intentar que ganase Bustamante

Con el mejor chef del mundo

La prueba de exteriores llevó a las aspirantes antes los fogones de Dabiz Muñoz en el DiverXO, distinguido con tres estrellas Michelin.

Como ganador de la prueba inicial, Juanma Castaño tuvo el privilegio de repartir los equipos. Eligió formar el más numeroso con Carmina (que ejerció de capitana) y Miki Nadal, que jugaba en casa, pues es amigo de Dabiz Muñoz. Por tanto, Belén López y David Bustamante formaron dúo. Antes de empezar a cocinar, el chef Jordi Cruz avisó de que la valoración sería individual. También de que los comensales serían de alto nivel: quince reputados chefs madrileños, entre los cuales estaban Diego Guerrero (dos estrellas Michelin), Javier Estévez (una estrella Michelin), Juanjo López, Andrea Tumbarello o la pastelera Montse Abellá.

Lo más sencillo del menú que propuso Muñoz fue el nombre de cada plato: Laksa Singapore (entrante), pato azulón al naranja (primero), bogavante gallego amaneciendo en las playas de Goa (segundo) y risotto de mantequilla tostada con tuber melanosporum (postre). «Tiene mandanga», concluyó con sorna Carmina Barrios ante tal amalgama de elaboraciones.

Bustamante decidió que él y Belén cocinarían el pato y el risotto. El cantante enseguida se atoró: «Estoy bloqueado», admitió al poco. «Que sea lo que Dios quiera», se le escuchó decir después. «Vaya circo», soltó más tarde. Todo eran signos de desesperación. Su compañera se contagió del cantante y perdió la vitola de máxima favorita que se había ganado en programas precedentes. El callo sí lo dieron. Pero, pese a los sudores de uno y otra, no hubo forma: acabaron haciendo versiones menores de los platos originales. Por ejemplo, el único parecido entre el pato de Dabiz Muñoz y el presentado por los aspirantes fue el color naranja.

Dabid Muñoz elogió las platos del equipo azu

Dabid Muñoz elogió las platos del equipo azul

Por el contrario, todo marchó sobre ruedas en el equipo azul. Sus platos –especialmente el Laksa Singapore– fueron elogiados en la cocina por su propio creador y en el comedor por por los comensales. Estaba cantado qué conjunto sería el vencedor. Como la valoración era individual, la duda era saber cuántos de sus componentes pasarían directamente a la final. Fueron, por este orden, Juanma Castaño y Miki Nadal. El periodista ejerció la capitanía que no supo asumir Carmina: «Hoy no ha sido tu mejor día», le dijo Jordi Cruz a la andaluza, y ésta asintió.

Miki Nadal y Juanma Castaño celebran su pase a la fina

Miki Nadal y Juanma Castaño celebran su pase a la final

Carmina, a las puertas de la final

Dificultad y precisión. Eso se pedía a los delantales negros –Carmina Barrios, David Bustamante y Belén López– para acceder a la final. Aunque de repostería, el duelo no era precisamente para chuparse los dedos, sino todo lo contrario. Los aspirantes contaron con 90 minutos para replicar un dificilísimo postre de Ricard Martínez, del Espai Sucre en Barcelona.

Bustamante y Belén López volvieron a mostrar su nerviosimo: «Esto es peor que el Atleti ¡Qué manera de sufrir!», exclamó el cántabro durante el cocinado. Carmina volvió a aplicar aquello de «vísteme despacio que tengo prisa»: en su contra jugaba la poca moral con la que afrontó la prueba y que los postres no son lo suyo. Tampoco lo de Bustamante. De los tres, es a Belén a quien se le da mejor.

«Eres un ejemplo de mujer luchadora», elogiaron a la actriz andaluza antes de probar su feo postre, que no replicaba el de Ricard Martínez aunque clavaba algunos de sus sabores.

Belén López hizo todas las elaboraciones, y, aunque tostó de más el caramelo y abusó del whisky, esos errores fueron calificados como «defectillos» de un «trabajo maravilloso».

Carmina Barrios y David Bustamante se abrazan tras conocer la decisión del jurado

Carmina Barrios y David Bustamante se abrazan tras conocer la decisión del jurado

El que cerró la prueba fue Bustamante, quien también se curró todas las elaboraciones: «David, me has decepcionado. ¿Tú crees que este es un plato para llegar a la final?», juzgó Jordi Cruz. «Cuando vas a 250 por hora por la autopista es imposible ver el paisaje», añadió el chef. No se detuvo a leer la receta con calma y lo pagó. Pero no tan caro como llegó a pensar. Porque el jurado penalizó más que Carmina omitiese algunas de las elaboraciones. Así que fue la andaluza la que se fue con su arte a otra parte. A su Triana natal.

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