Fundado en 1910

Miki Nadal y Juanma Castaño celebran su triunfo en 'MasterChef Celebrity'RTVE

MasterChef

Miki Nadal y Juanma Castaño, ganadores del ‘MasterChef Celebrity’ más salomónico

Presentador y periodista festejaron el primer premio compartido de la historia del talent. Bustamante fue tercero, como en OT veinte años atrás

Empezaron siendo feroces enemigos y acabaron siendo íntimos amigos. Esa relación se coció a fuego lento, al igual que su evolución en el programa. Ambos futboleros, fueron gala a gala, a lo Simeone. Uno de ellos, Miki Nadal, llegó a ser expulsado, pero supo aprovechar la bola extra de la repesca para reengancharse al programa, y de qué manera. El otro, Juanma Castaño, acudió a la prueba de eliminación de las primeras galas con su maleta de viaje, asumiendo divertido una inminente expulsión que nunca llegó pese a que él la aguardaba desde el primer programa. No solo la cocina los ha unido: también el humor. Han sido de largo los dos aspirantes más dicharacheros e ingeniosos de una edición que iba a pasar a la historia como el MasterChef Celebrity de Verónica Forqué. Iba. Porque el desenlace, sorprendente, hará que sea conocida como la edición del doble ganador.

El triunfo fue para los dos, quienes se dividieron los 75.000 euros que inmediatamente donaron a sendas oenegés. Lo que no se pudieron repartir fue el trofeo que los acreditó como ganadores de la sexta edición MasterChef Celebrity: solo había uno, prueba de que la decisión de los jueces pilló con el pie cambiado a la organización.

El primer billete, para Castaño

El primer billete para la final se concedió en una prueba clásica del programa: la de seguir al chef. En este caso el que marcó el ritmo fue Jesús Sánchez, con su chaquetilla adornada por tres soles Repsol y tres estrellas Michelin. Propuso un plato con el pichón como base y con múltiples elaboraciones.

La actriz Belen López, el cantante David Bustamante, el periodista Juanma Castaño y el presentador de televisión Miki Nadal siguieron atentamente las instrucciones del chef.

El primero que se perdió fue justamente el más ilusionado por la presencia de Jesús Sánchez, su paisano Bustamante: «¿Me retiro?», planteó al poco. Le animaron a continuar, pero iban apenas diez minutos de cocinado y sus posibilidades ya se habían reducido a menos que cero.

La primera prueba de la noche consistió en seguir al chef cántabro Jesús Sánchez

Belén López también se despistó pronto y optó por elaborar otro plato.

Miki se vio tan sobrado que llegó a ir unos segundos por delante del autor de la propuesta.

Juanma Castaño tomó bien el rebufo del chef y trabajó en silencio y muy concentrado; supersticioso como los futbolistas que habitualmente entrevista, ni quiso tocar la chaquetilla con su nombre que apareció en su puesto, bajo una caja de madera, al principio de la prueba.

Llegó la hora de la verdad y los aspirantes presentaron sus platos ante los jueces y Jesús Sánchez. «Se ha acercado», juzgó el de Bustamante el chef, al que Pepe Rodríguez reprochó su generosidad. «Lo das todo, pero hay que darlo bien», corrigió el de Illescas. Jordi Cruz se mostró asombrado porque, pese al caos del cocinado, había conseguido presentar algo decente.

Por primera vez en doce semanas de concurso, Belén López perdió el paso en una prueba. «Ni probéis», recomendó ella a los chefs. «Está todo crudo. Te has quedado pochadita», lamentó Jordi Cruz. «No tiene nada que ver con el plato del chef», zanjó Samantha Vallejo-Nágera.

Miki Nadal abusó de la remolacha. «Está rico», elogió Jordi Cruz, aunque después sacó varios defectillos, que se sumaron a los que previamente había señalado el chef cántabro.

Quedaba Juanma Castaño, que acercó el plato a los jueces sin mirar si quiera al trofeo, que estaba a su izquierda. «Tiene cositas ricas», aplaudió el juez catalán. «De las salsas que hemos probado es la mejor», ratificó Jesús Sánchez. «Has estado brillante», concluyó Pepe Rodríguez. «Llevas once semanas jugando al ‘me voy, me quedo’», añadió divertido, pidiéndole así algo más de ambición. El periodista ganó la primera chaquetilla de la noche. Completaron el podio Miki Nadal y David Bustamante, por este orden. Belén López ocupó el farolillo rojo.

Juanma Castaño logró la chaquetilla blanca en la primera prueba de la noche

«No me lo creo ni yo. Me dan ganas de dormir con ella», dijo Juanma tras ajustarse la chaquetilla blanca. Lo hizo con estilo de ganador del Masters de Augusta.

Prueba de exteriores

El siguiente billete para el duelo final hubo que ganarlo en la prueba de exteriores, que tuvo como marco la región del Penedés. Joan y Pitu Roca (tres estrellas Michelin en el Celler de Can Roca) diseñaron un menú de seis platos con el cava como hilo conductor: ensalada verde de germinado de trigo, ajoblanco, agraz y mosto de uva (primero); ostra al cava (segundo); cigala al cava y mantequilla tostada (tercero); rodaballo al cava (cuarto); brioche pularda y salsa de albaricoque (quinto); y cremoso de chocovado con fresas (sexto).

Miki Nadal eligió el primero: optó por cocinar la cigala y el postre. Bustamante se decantó por la ensalada y el rodaballo porque quiso probarse a sí mismo con dos elaboraciones difíciles. La ostra y el brioche –«plato endemoniado», avanzó Samantha– correspondieron a Belén López, quien se lo tomó con filosofía: «Lo que sucede, conviene». Finalmente resultó que no le convenía.

Joan Roca se pasó por las cocinas. A David le sugirió que repitiese los lomos de rodaballo; obedeció, pero lo peor es que aún los tuvo que hacer una tercera vez porque se le cayó el cazo de la mesa. El chef dio el visto bueno al trabajo de Belén, que iba muy bien hasta que la masa del brioche se le rompió. «Está súper bien» y «está bien» fue lo que dijo Roca de las dos elaboraciones que estaba preparando Miki, que apuntaba a ganador ya antes de finalizar el cocinado.

El cantante, que acabó llorando de emoción y alivio tras terminar sus dos platos, supo sobreponerse a las adversidades y fue elogiado por ello por los chefs: acabó tercero, como en Operación Triunfo veinte años atrás.

La ostra de la actriz estaba de 10, pero el fallo en la masa del brioche le costó el pase al duelo decisivo. Esa plaza fue para Miki Nadal, que firmó un postre de notable alto y una cigala con la que «alucinaron» los comensales, que fueron una docena de representantes de algunas de las bodegas más prestigiosas de la denominación de origen Cava.

Duelo final

De regreso al plató tras la prueba de exteriores, los dos duelistas prepararon un menú completo (entrante, plato principal y postre) diseñado por ellos. Lo hicieron en compañía del chef Quique Dacosta (tres Soles Repsol y tres estrellas Michelin), de sus familiares y del resto de los aspirantes. Por cierto, Yotuel llegó tarde porque venía de entrevistarse con Joe Biden.

«Éramos morralla», recordó Victoria Abril cuando vio con su chaquetilla a Juanma Castaño antes de empezar ese reto decisivo. «Cenizo» y «triste» fueron otros de los calificativos que jalonaron el paso del periodista por el programa.

«¡Viva la Virgen del Pilar!», gritó el maño Miki Nadal antes de encender los fogones. El humorista había prometido que se pondría la cresta de su amigo Dabiz Muñoz si llegaba a la final: así lo hizo y fue más allá pues también se puso el ‘piercing’ del mejor cocinero del mundo.

Miki Nadal compareció al duelo final con el ‘look’ de Dabiz Muñoz

El menú de Juanma, de inspiración asturiana, constó de bogavante con erizos, carabineros y algas (entrante), presa ibérica cocinada a baja temperatura con un toque ahumado final (primero) y manzanas asadas a la sidra (postre).

Miki evocó diferentes etapas de su vida con una propuesta compuesta por unos elaborados espaguetis con tomate (entrante), un guiso ahumado de anguila con patata y longaniza (primero) y un helado de leche con galletas y aire de fruta de la pasión (postre).

La cata empezó por Miki, con un arriesgado plato frío que recreaba su tercera década de vida y que bautizó como espaguetis de la resaca: fue elogiado por los tres chefs habituales –Jordi Cruz notó la mano del mentor del cómico, Dabiz Muñoz– y Quique Dacosta. Con el principal quiso evocar un sabor de cuando de su segunda década de vida: «Es un plato redondo», sentenció Dacosta. Con el postre quiso recordar su infancia y a su madre, fallecida el pasado marzo: el postre fue magnífico, pero más bonito fue el discurso que lo sazonó, sin duda los minutos más emotivos de la edición. «Tu madre no puede estar más orgullosa», afirmó Quique Dacosta.

Castaño y Nadal, escuchando el veredicto final

El entrante de Juanma Castaño hizo un guiño a la única cena del año donde comía marisco, la de Navidad: «irreprochable», elogió Jordi Cruz; «perfecto», corroboró Quique Dacosta. En su principal evocó la matanza que se había en casa de su abuelo, y volvió a triunfar a lo grande. «Cuando solo echas un cohete y alumbras el mundo eso tiene mucho mérito», sentenció Jordi Cruz; «es un 10 absoluto», reafirmó Pepe Rodríguez. El postre, unas manzanas a la sidra, le quedó de rechupete.

Parecía que el triunfo iba a ser para el periodista. Pero los chefs fueron más salomónicos que nunca y acordaron que el ganador fuese doble, algo inédito en la historia del ‘talent’ culinario. La decisión fue celebrada por ellos, sus compañeros y sus familias como un gol decisivo en una final de Champions.