Guardar el secreto del ganador de 'MasterChef' cuesta mucho... pero no tanto como desvelarlo

Como reconocía estos días a El Debate, horas después de proclamarse ganador de MasterChef Celebrity 6 junto a Miki Nadal, Juanma Castaño lo ha pasado mal en los últimos meses al no poder contar a nadie que había ganado. «Para mí el de hoy es el día más feliz de todos porque es cuando ya no tengo ningún secreto. No sabes lo jodido que es para un periodista deportivo saber algo que quiere saber toda España y no poder decirlo. Es la primera vez que tengo una noticia de verdad y no la puedo decir. Esto sí que era una exclusiva. No quiero volverme a ver en esta situación».

Miki Nadal, el otro ganador de MasterChef Celebrity 6, ha llevado mucho mejor que su compañero (y ahora amigo) Juanma Castaño el secretismo en los meses que han pasado desde que se grabó el programa –este pasado verano– hasta ahora, cuando se ha conocido el sorprendente veredicto de los jueces de MasterChef. Miki Nadal disfrutaba al conocer los equivocados pronósticos de la gente. «He disfrutado sabiendo el resultado. Me decían ‘tú vas a caer pronto’, ‘a Juanma se lo van a cargar…’. Sabiendo el resultado es como saber el número de la lotería que va a tocar: todo el mundo dice ‘va a caer en 4’ y tú ya sabes el número. Tú ahí disfrutas mucho».

Juanma Castaño se refería a lo que le ha costado guardar el secreto ante las preguntas de los demás. Más aún como periodista deportivo que es. Pero en lo económico, el coste de haber desvelado qué él y Miki Nadal habían ganado antes de la emisión de la final, habría sido mucho mayor. Así lo estipula una de las cláusulas del contrato que deben firmar los concursantes de MasterChef. 

Shine Iberia, la productora de los programas de MasterChef, no puede revelar información sobre los contratos suscritos y no puede confirmar lo que se ha dicho en otras ocasiones: que la multa por desvelar quién gana MasterChef ascendería a 100.000 euros.

La elevada cuantía de la multa en caso de revelación indebida del ganador –en este caso, ganadores– debería ser suficiente como para mantener a salvo el secreto. Sin embargo, hay un aspecto que, aun así, complica la protección de la información: son muchas las personas que tienen que guardar silencio, no solo los finalistas de MasterChef. También están los familiares que están presentes en la final (incluidos los niños, con el consiguiente riesgo de que lo cuenten en el colegio), los cámaras, técnicos de sonido, realización, etc. Muchos y durante mucho tiempo. Más de tres meses. Si, como parece, la cuantía de la multa tiene seis cifras, está claro que es mejor que cada uno sea dueño de sus silencios.