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Raphael en 'El Hormiguero'

'El Hormiguero'

El voto de silencio de Raphael

El cantante desvela en ‘El Hormiguero’ su truco para conservar la voz y su remedio contra la afonía

Presenta Raphael 6.0, el disco de la gira del mismo nombre, que fue grabado en el Wizink Center de Madrid. Fue muy criticado en ciertos alarmistas foros: le acusaban de expandir el coronavirus: «No pasó nada y en toda la gira no ha pasado nada», contestó a los agoreros en su visita a El Hormiguero. Los días 16 y 17 de este mes cierra la temporada en ese mismo escenario. A partir de enero hará las Américas.

Está en plena forma. De hecho, sigue cantando los temas en el mismo tono que cuando empezó a pisar los escenarios seis decenios atrás. Otros artistas, con los años, los van bajando. Él, «de momento, no». «Bajar la canción un tono o medio tono no es mucho. A veces, el público no lo puede notar. Pero yo todavía no las he tocado. Porque a mí me suena la voz bien donde me suena. Ahí. Y ahí tiene que seguir. Y el día que no pueda yo no voy a engañar a la gente por nada del mundo». Por cierto, desveló su truco para acabar con la afonía: agua, glicerina líquida, limón y bicarbonato. Y hacer gárgaras con la mezcla.

Le preguntó Motos por uno de sus rituales antes de saltar al escenario. En concreto, se interesó por si era cierto que se callaba un buen rato antes para invocar la concentración. Fue más allá y confesó que mantiene una especie de voto de silencio, pero no solo antes de cantar: «Yo procuro no hablar mucho. Solo hablo en la televisión. En serio, no hablo mucho yo durante el día. Para eso sirven los WhatsApp. Para comunicarte. No estás hablando por teléfono que eso cansa mucho la garganta. Cansa mucho hablar. Yo hablo poco y canto mucho», sentenció y se llevó la primera gran ovación de la noche.

En 2022, documental

Este 2021 ha sido excelente para Raphael: «Nunca he tenido un año tan a tope como este», aseguró. Pero 2022 suena aún mejor. Movistar estrenará Raphaelismo, un documental sobre su vida y su obra. Se avanzaron algunas imágenes en El Hormiguero. Lo vimos, con su familia, en el chalet –con playa y piscina privadas– que perteneció a Richard Nixon. Estaba en Miami. Sin salir de Estados Unidos, se recordó su primera actuación en el Madison Square Garden neoyorquino, con capacidad para 48.000 personas. Preguntó a su representante si estaba animada la taquilla. «Sold out», le contestó. Él entendió «desolao» y se quedó ídem.

Y contó también su historia de amor con Natalia Figueroa. Le dieron un premio y ella fue la encargada de entregárselo. Le gustó a primera vista. Después hubo una comida. Estaba acabando y nadie se la presentaba. Así que tomó la iniciativa. «Él se levanta, viene y se pone enfrente de mí», recuerda Natalia en el documental. «Como nadie nos presenta, yo me llamo Raphael», le espetó el joven artista. Después, la acompañó hasta el coche, y tuvieron la siguiente conversación.

–Raphael: ¿A ti se te puede llamar por teléfono?

–Natalia: Claro.

–Natalia: ¿Tienes para apuntar?

–Raphael: Yo lo apunto aquí.

«Aquí» era la cabeza. El año que viene cumplirán cincuenta años como casados.