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Naomi Watts es la protagonista de 'La familia Bloom'A Contracorriente Films

Crítica de cine

'La familia Bloom': cómo convertir una circunstancia enemiga en una oportunidad

Naomi Watts se muestra convincente como Sammy, la protagonista del drama 'La familia Bloom', que se estrena en los cines este 10 de diciembre

Llega a nuestras pantallas el segundo largometraje de Glendyn Ivin, un realizador australiano curtido en miniseries y cuya película anterior (El último viaje, 2009) tocaba también una temática familiar. En el caso de La familia Bloom (2020), los guionistas Shaun Grant (La verdadera historia de la banda de Kelly) y Harry Cripps (Años de sequía) adaptan la novela autobiográfica de Cameron Bloom Penguin the Magpie (Penguin, la Urraca, 2017) que en España se editó con el título Penguin Bloom: La extraordinaria historia del pájaro que salvó a nuestra familia (Plaza & Janés, 2018). 

Ese libro, coescrito con un novelista profesional, Bradley Trevor Greive, cuenta la experiencia de la familia de Cameron Bloom tras el accidente de su esposa Sammy en Tailandia, cuando tras romperse una barandilla se precipitó al vacío quedando paralítica de cintura para abajo. La vida del matrimonio cambió para siempre, pero también la de sus hijos Noah, Rueben y Oli. El idilio en el que vivía la familia se transforma en un infierno, no solo por el hecho objetivo de la discapacidad de Sammy, sino por su imposibilidad de aceptarla.

Tras el fatal accidente Sammy se llena de rabia, de sentimiento de impotencia y frustración. Esto le lleva a mostrarse a menudo agresiva e incapaz de salir de sí misma. Pero un día Noah –el hijo mayor, preadolescente– traerá a casa una cría de urraca canora que, imprevisiblemente, ayudará a Sammy a cambiar de actitud y recuperar las ganas de vivir. Y es que Noah, en la sombra, es quien va a estar en el origen de muchos de los cambios positivos que va a experimentar su madre. De hecho, la historia parece estar contada por Noah, aunque en muchos momentos se adopta el punto de vista de su madre. Por otra parte, la película va presentando un paralelismo metafórico entre la situación y la evolución del pájaro y las de Sammy, ya que esta se siente como un pájaro que no puede volar, y que depende en todo del cuidado de los demás. Un pájaro que, además, se cayó de lo alto, como ella.

Un tema recurrente en el cine contemporáneo

El tema de una grave enfermedad sobrevenida es recurrente en toda la historia del séptimo arte pero muy especialmente en el cine contemporáneo. Aunque a menudo presentan un esquema de fondo muy parecido, lo cierto es que cada una aporta sus matices particulares. En este caso, por ejemplo, es importante el sentimiento de culpa que experimenta Noah respecto al accidente de su madre, un sentimiento autodestructivo que necesita ser verbalizado y espetado para poder ser exorcizado. También es interesante la relación que se da entre Sammy y la urraca, a la que desprecia en un principio, y a la que comienza paulatinamente a cuidar, por deseos de Noah. Un cuidado que va a tener un efecto terapéutico.

Es importante el valor que se le da a la familia, ya que en esta película se ilustra con fuerza el compromiso «en la salud y en la enfermedad». Cameron, a pesar de su papel secundario, es el pilar de la casa. Tiene que aprender a llevar a cabo muchas responsabilidades que antes recaían sobre ella, y le va a costar, pero de su boca no va a salir una queja, y lo va a afrontar con espíritu positivo. Pero el filme también señala la importancia de las ayudas externas, como es evidente en el personaje de la monitora de kayak.

En definitiva, la cinta nos cuenta cómo una misma circunstancia se puede vivir como enemiga o como amiga, en función de la disposición del corazón. Y cómo para vivirla bien es imprescindible la compañía de las personas que te aceptan y te quieren incondicionalmente.

Como película es correcta, con momentos brillantes, y consigue atrapar el interés del espectador. Narrativamente los flashbacks de un pasado idílico, o incluso los del accidente, no parecen muy necesarios, como las imágenes oníricas que representan los sueños de Sammy. En cambio se echa de menos que se desarrolle con más hondura la evolución interior de Sammy. El trabajo de Naomi Watts en el papel de Sammy es convincente, como lo es de Griffin Murray-Johnston interpretando a Noah.

En cualquier caso es una cinta recomendable, interesante y positiva, basada además en personas reales que podremos ver en los títulos de crédito.