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Spiderman No Way Home se estrena en los cines este jueves 16 de diciembre

Spiderman: No Way Home se estrena en los cines este jueves 16 de diciembreSony Pictures España

Crítica de cine

'Spider-Man: No Way Home': Peter Parker gana sin máscara

La esperada Spider-Man: No Way Home, que se estrena este jueves en los cines, muestra a Peter Parker (Tom Holland) tras perder su anonimato

Todo gran poder conlleva una gran responsabilidad. El mío, el poder, es haber visto Spider-Man: No Way Home antes de su estreno en los cines este jueves 16 de diciembre. La mía, la responsabilidad, es no hacer spoilers de la película. Así que quien vaya a verla al cine puede seguir leyendo tranquilamente esta crítica realizada por una persona de edad media –edad media escrito así, con minúsculas, que tampoco soy tan mayor–.

Estimo conveniente advertir ese detalle, mi predilección por las dos sagas anteriores de Spider-Man y mi gusto por géneros cinematográficos diferentes al cine de superhéroes para resaltar uno de los grandes logros de Spider-Man: No Way Home: que es capaz de entretener a todo tipo de público, también al que no es fan, durante las cerca de dos horas y media que, sin parecerlo, dura la película.

Lo hace –entretener, digo– desde el minuto uno. En realidad desde el minuto cero, con esa divertida petición de los actores de la película a los espectadores, previa al pase del filme, para que no hagan spoilers… con la presencia de un actor que es –al menos debería ser– un spoiler en sí mismo.

Spider-Man: No Way Home engancha al espectador desde ese trepidante comienzo en el que la máscara ya le sirve de poco a Peter Parker (Tom Holland). A Mysterio (Jake Gyllenhaal) le dio por revelar la identidad de Spider-Man y ya todos saben quién se esconde detrás de esa máscara. Las redes en las que ahora cae el hombre araña son de otro tipo: las sociales. Su vida, la de Peter Parker, y la de quienes le rodean cambian al instante. Más aún cuando un accidentalmente divertido hechizo del Doctor Strange abra la caja de Pandora y aparezcan en escena viejos enemigos de Spider-Man.

No es fácil escribir una crítica de Spider-Man: No Way Home sin desvelar las sorpresas que encierra –tranquilos, nos mantenemos firmes en el compromiso inicial–, sobre todo porque el corazón de la película está justo ahí. Pero sí podemos decir que Spider-Man: No Way Home teje con acierto una historia que habla, quizá por encima de todo, de dar segundas oportunidades (y hasta terceras) incluso a quienes no lo merecen.

Dos apuntes más. Uno, que hace bien Spider-Man: No Way Home en no profundizar en la caída personal del héroe. Más que nada porque ese campo ya estaba perfectamente explorado en las películas de Batman dirigidas por Christopher Nolan y ese techo no sería capaz de alcanzarlo ni el propio Spider-Man. Y dos, que Spider-Man: No Way Home se mueve con especial ligereza en el Multiverso de Marvel. El de los universos paralelos, las líneas temporales y todas esas cosas que aquí me despiertan más interés que en otras películas de Marvel. Otro punto para Spider-Man: No Way Home.

Hay otro universo paralelo, en cambio, que aún me cuesta aceptar. Mientras Peter Parker se quita la máscara ante todo el mundo como no lo había hecho antes en el cine, nosotros, como espectadores, debemos ponérnosla para poder verlo en las salas. El gran poder será de Spider-Man, pero la gran responsabilidad es nuestra. Peter Parker, me da igual que te subas por las paredes con el comentario, pero tengo que decírtelo: ahora los superhéroes que llevamos máscara somos nosotros.

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