Salvando las lógicas distancias, Love Actually se ha convertido en la ¡Qué bello es vivir! del cine moderno: la película navideña por excelencia. La cinta dirigida por Richard Curtis en 2003 no iba tampoco descalza en su reparto: Hugh Grant, Liam Neeson, Colin Firth, Emma Thompson, el recordado Alan Rickman, Martin Freeman, Bill Nighy, Laura Linney… y, por supuesto, Keira Knightley y Andrew Lincoln, los dos protagonistas de la escena más famosa de Love Actually: la declaración de amor, no con palabras sino con carteles, de Mark a Juliet. El problema para él es que ella está casada. Y con el mejor amigo de Mark.