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Pablo Motos, Jorge Cadaval y César Cadaval, anoche en El HormigueroAntena 3

El Hormiguero

Los cinco tatuajes simbólicos de Jorge Cadaval

Los Morancos, que presentan nuevo espectáculo en Madrid, hicieron suyo ‘El Hormiguero’

Fue El Hormiguero en versión Morancos. O sea, que fueron ellos los que llevaron el peso del programa. Pablo Motos dejó hacer. Contaron chistes (de los de toda la vida, incluso uno del ‘repertorio’ de su abuela), cantaron, hablaron de la familia, repartieron 3.000 euros con la tarjeta de marras y, sobre todo, promocionaron Todo por la matria, que desde el 4 de febrero presentan el Teatro Rialto, de Madrid. Los sevillanos se sentaron en la silla reservada a los invitados platino, así que el presentador ya sabía a qué atenerse.

Pero, por si acaso lo había olvidado, la entrada en el plató de los hermanos ya dejó las cosas claras. Llegaron cantando y bailando, pisando fuerte.

Después se sentaron y continuó el número. La entrevista fue transcurriendo sin atenerse a guion alguno. El programa consistió en escuchar a Los Morancos contar sus cosas (de familia, durante mucho rato).

Por ejemplo, que César es hipocondríaco y que si alguien acude al Teatro Rialto y ve que de repente deja las tablas, tiene explicación: «No sabes lo que es convivir con él. Me ha pasado a veces de estar en el escenario y se ha ido. Porque se ha notado una pulsación un poco más ligera», explicó Jorge, el mayor y más alto del dúo.

También supimos por Jorge de las aficiones infantiles de su hermano: «Él jugaba bien cuando era pequeño. Iba a jugar en el Sevilla Fútbol Club». «Me quedé en el Morancos Fútbol Club. Me gustaba más la farándula que el fútbol. Llegaba a los partidos casi sin dormir», corroboró César.

De Jorge sabemos que está muy enamorado de su marido, Ken Appledorn, y de la familia de éste, que es de Michigan. Por cierto, tiene gracia que uno de los Morancos, que se hicieron famosos en una Nochevieja de los años 80 haciendo pasar por yanquis, haya acabado con una pareja estadounidense.

Es un hombre muy familiar el mayor de los Morancos. Y sus brazos lo dejan claro. Mostró y explicó algunos de sus tatuajes. En la muñeca de la mano izquierda, las iniciales de sus quince sobrinos en chino. Un poco más arriba, en el antebrazo, una larga frase: «Un hombre entre la gente te ha dicho que eres bella y tú te lo has creído». Es una estrofa de una canción, «muy bonita», que cantaba su madre. Jorge tomó la guitarra de Motos y los hermanos la entonaron a dúo.

Pero volvamos a los tatuajes de Jorge. En el brazo derecho, unas letras indescifrables para los profanos: «Whatchunneveringui». «Es una palabra que decía un padre todo el tiempo», reveló César. «Cuando estaba contento», precisó su hermano. No hizo mención a ellos, pero en ese brazo tiene también otros dos tatuajes. Uno es una manzana, suponemos que por su marido (Appledorn). Otro es una especie de código de barras donde logramos descifrar unos números: 16 01 2015. El 16 de enero de 2015, a los 83 años, murió María Pérez Montané, su madre. Todo por la matria.

Todo por la matria, con cursivas, es su espectáculo. Estarán sus personajes de siempre, como Omaíta, y también otros basados en Isabel Díaz Ayuso, José Luis Martínez-Almeida, Isabel Pantoja o el Rey Emérito.

Los Morancos llegaron al plató de cantando y bailando. Se fueron llevando en volandas a Motos, poniendo un original punto final a una noche en la que El Hormiguero fue otra cosa.