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Jamie Dornan y Jude Hill protagonizan Belfast, ya en los cines españoles

Jamie Dornan y Jude Hill protagonizan Belfast, ya en los cines españolesRob Youngson/Focus Features

Crítica de cine

'Belfast': el conflicto de Irlanda del Norte desde la mirada pura de un niño

Kenneth Branagh es el director de 'Belfast', un espléndido elogio de la familia y del amor conyugal

Buddy (Jude Hill) es un niño de nueve años que vive con sus padres en Belfast, en Irlanda del Norte. Estamos en 1969. Su padre (Jamie Dornan) es un obrero de la construcción que trabaja en Inglaterra, y que vuelve a casa algunos fines de semana. Buddy vive con su madre (Caitriona Balfe) y su hermano Will muy cerca de sus abuelos, Granny (Judi Dench) y Pop (Ciarán Hinds). Buddy es feliz, tiene muchos amigos, hace travesuras y está enamorado de Catherine (Olive Tennant). Pero suceden dos cosas que van a ensombrecer su vida: la primera es que en su barrio estalla la violencia cuando los unionistas radicales quieren echar a los católicos de la zona. La calle acaba llena de barricadas y tanques. La segunda es que su padre quiere sacar a la familia de Irlanda del Norte. Ellos son protestantes, pero se llevan muy bien con sus vecinos católicos. El padre de Buddy no quiere que sus hijos crezcan en ese ambiente violento, aunque la familia no quiere mudarse: allí están su hogar, sus amigos, vecinos y parientes.

El prestigioso actor y director Kenneth Branagh se asoma a los recuerdos de su infancia en esta película concebida en plena pandemia, en medio de las reflexiones que el drama de la covid provocó en el cineasta. La película nace de la necesidad de volver a encontrarse consigo mismo, con sus raíces, con sus cimientos y, en fin, con unos recuerdos eminentemente positivos y gratificantes. Este viaje a su niñez es un viaje al blanco y negro de las primeras televisiones, del western clásico, de la llegada a la luna, y sobre todo el blanco y negro metafórico del sangriento conflicto entre unionistas y republicanos que estalló en 1968. Un blanco y negro fotografiado por Haris Zambarloukos (Negación, Espías desde el cielo…) y que Branagh ha concebido también como un homenaje al famoso fotógrafo Cartier-Bresson (1908-2004).

'Belfast', un elogio de la familia

Son muchas las películas realizadas sobre el conflicto del Ulster. Baste recordar En el nombre del padre, Domingo sangriento, Juego de patriotas, The Boxer y tantas otras. La originalidad de Belfast es que el punto de vista es el de un niño, con toda su pureza e inocencia. Buddy nos ofrece una mirada en la que el mal del mundo es menos potente que su amor a su familia o su deseo de casarse con Catherine cuando sea mayor. Por otra parte, su preocupación es escoger el camino correcto que conduce al cielo, como les ha predicado el exaltado pastor en la homilía dominical.

La película empieza y termina con imágenes en color del Belfast actual, moderno, industrial, lleno de turistas y edificios y esculturas vanguardistas. En medio, la película, los recuerdos en grises de Kenneth Branagh. La puesta en escena transpira cariño y afecto: en la forma de dibujar el barrio, construir los personajes, iluminar los ambientes… buscando siempre contraponer la barbarie con momentos de baile, música y fiesta, todo envuelto en canciones de Van Morrison, nacido precisamente en Belfast en 1945. La interpretación del pequeño Jude Hill es realmente portentosa, y la de Judi Dench y Ciarán Hinds, a pesar de ser secundarios, es inolvidable.

Belfast es un espléndido elogio de la familia, del amor conyugal, de la tierna sabiduría de los abuelos, del afecto puro de los niños, y ofrece un mensaje muy claro sobre el conflicto, en palabras del padre de Buddy: mi casa siempre estará abierta a las buenas personas, sean protestantes, católicos o baptistas. Estamos ante una de las mejores cintas de los últimos tiempos, que se puede disfrutar en familia. Una película que reconcilia con la vida.

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