El secreto estético de la nueva Catwoman, Zoë Kravitz

Es hija de Lisa Bonet (inolvidable en El corazón del ángel) y de Lenny Kravitz (inolvidables sus cuatro primeros discos), pero se va construyendo una carrera que, de seguir así, pronto superará a la de su madre. Gustó mucho en la serie Big Little Lies y ahora se nos presenta como Catwoman en The Batman, la nueva película del superhéroe de DC, que se estrena el 4 de marzo.

En realidad, es Catwoman antes de serlo, o sea, Selina Kyle. Pero ya tiene maneras felinas. Y, sobre todo, estética. Durante el confinamiento, Zoë Kravitz se dejó crecer las uñas, y se le ocurrió una idea que trasladó al director, Matt Reeves: dejárselas crecer todavía más y convertirlas en algo espeluznante y característico de su personaje. «Pensé que era una idea buenísima, hasta que me di cuenta de que tenía que vivir con ellas un año», contó esta noche a Pablo Motos en El Hormiguero. «Te complica todo muchísimo. No podía abrir nada, lavarme la cara era peligrosísimo porque me podía sacar un ojo», se extendió la actriz, que entró desde Londres por videollamada, con Robert Pattinson (Batman) a su lado. Durante el rodaje, también sufrió: «Era complicadísimo ponerse y sacarse la ropa. Me hacía falta un montón de gente para quitarla y ponerla. Además, como llevaba las uñas larguísimas, era dificilísimo manejarse. Se rompía, se desagarraba, no era nada fácil».

Para trabajar su personaje, Zoë estudió a gatos y su «movimiento tan fascinante», que imitó a su manera. Sabía que tenía una alta responsabilidad: «La gente adora a esos personajes muchísimo, y no quieres decepcionarla. He intentado convertir ese miedo en algo que me motivara para crear un personaje real». Nos contó que Selina Kyle trabaja en una discoteca de Gotham, y está a la búsqueda de una amiga desaparecida cuando coincide con el hombre murciélago.

Por su parte, Robert Pattinson avanzó que interpreta «a un Batman con poco experiencia». «Está intentando hacerlo lo mejor posible y, de repente aparece un malo muy inteligente que empieza a destruir casi toda la sociedad de Gotham».

Se ponía disfraces de este superhéroe cuando era pequeño, pero eran más sencillos que el que luce en la película. «Cuando te metes por un pasillo estrecho, puedes entrar, pero no puedes dar la vuelta. Para ir al baño y demás, era muy complicado. Tenías que entrar ya de espaldas», contó entre risas. Más difícil fue rodar con lluvia, «y eso que crecí en Londres», apuntó irónico. «Hay muchas escenas de peleas y no ves nada. Además, hace bastante ruido la lluvia al caer sobre la máscara. Así que no veía ni oía». La máscara le resta matices a su interpretación: «Uno se tarda en acostumbrar. No te das cuenta de lo que son las cejas para la expresividad hasta que no puedes emplearlas. Afortunadamente, tuvimos un director de fotografía maravilloso que nos explicó cómo iba a iluminar para que se viese la luz en los ojos. Y está tan bien iluminado que con muy poco puedes tener mucho impacto».

Por cierto, pasaron el tráiler de la película y los dos se quedaron sorprendidos por el doblaje al español. «Al principio ni me di cuenta de que era la película. Es rarísimo, pero queda chulo», reaccionó Robert Pattinson.