El canario Agoney arriesga y gana en 'Tu cara me suena'

Arriesgó y triunfó: Agoney se llevó la novena edición de Tu cara me suena. El canario quiso repartir los 30.000 euros del premio entre los cinco finalistas, de modo que cada uno de ellos donó 6.000 a sendas entidades benéficas.

La final se celebró en directo y Antena 3 hizo caja ya desde los primeros minutos, pues abrió las líneas de voto antes incluso de las actuaciones. El vencedor logró el 53 % de los votos de un podio que completaron Nia (26 %) y María Peláe (21 %).

Vayamos con el uno a uno de la gala, por orden de actuación.

Rasel

Bordó a Robbie Williams en la semifinal y salió disparado hacia la final, donde osó imitar a Elvis y su Jailhouse Rock. El equipo de Tu cara me suena le pidió ser «valiente» y el sevillano se lo tomó tan a pecho que se tatuó esa palabra en el cuello como recuerdo del programa. La actuación exigía una coreografía complicada, que supo resolver. Lo pagó su voz, un tanto ahogada en el tramo final. Actuó de primero y acabó como último de la final.

Nia

Ganó aquella edición de Operación Triunfo que la pandemia interrumpió, en la que fue favorita de principio a fin. No ha sido así en Tu cara me suena, donde fue de menos a más. Se atreve con todo esta canaria, hasta con King África, como bien sabe la audiencia del programa. Mujer de cartas boca arriba, de las que a la mínima lanza un órdago, en la final eligió imitar a Whitney Houston. Casi nada. El I will always love you que interpretó fue la segunda canción que practicó cuando, con nueve años, se matriculó en clases de canto. Era una actuación sin coreografía, de quietud casi plena, basada en la voz. Y en ese terreno, Nia siempre triunfa. Lo hizo anoche con una canción complicadísima, solo defendible desde esa «maquinaria» (Chenoa dixit) prodigiosa que es su garganta. Llegó a la final como favorita y si no ganó fue porque Agoney fue tan brillante como ella, pero aún más sobrecogedor.

Eva Soriano

«Yo soy la Chanel de Tu cara me suena», anunció en la previa la catalana Eva Soriano, que aspiraba a dar la sorpresa. Anoche, su inicio fue accidentado: estaba de cumpleaños, y la hicieron salir de una tarta gigante, momento en el que se dio un golpazo en la cabeza que la dejó medio alelada durante un rato. La única finalista que no se dedica a la canción emuló –palabras mayores– a Shakira en la Super Bowl interpretando Ojos así. La cómica y presentadora firmó una muy buena imitación, a base de caderazos y gemidos colombianos. Acabó cuarta.

Agoney

Se ganó el billete para la final por su metamorfosis en Mónica Naranjo, un gesto valiente, pues las transformaciones hombre-mujer en Tu cara me suena no tienen término medio: o sublimes o ridículas. En la final, el triunfito canario optó por encargar al cantante kazajo Dimash, apodado por sus fans como «el mejor cantante del mundo» en honor a su prodigioso, y agudo, registro vocal. Más que una imitación, lo que hizo fue una encarnación. Seguramente, la mejor actuación de la noche. De ahí que no sorprendiese su primer puesto.

María Peláe

Su imitación de Silvia Pérez Cruz en la semifinal emocionó hasta la lágrima al jurado. En la final se fue un peldaño más arriba, porque a ver quién se atreve a imitar a Lola Flores delante de Lolita, miembro del jurado. Y eso fue lo que hizo la cantautora malagueña. Rizando el rizo, emuló a La Faraona interpretando el Hey! de Julio Iglesias. Bordó la imitación. Fue un torbellino que dejó a Lolita al borde del llanto. «Para mí, serías la ganadora de este programa tranquilamente. Tienes todos mis respetos. Y te lo digo de mi parte y de la que está arriba», dijo, señalando al cielo, en relación a su madre. Acabó tercera.