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Clint Eastwood, en el centro, triunfó con Sin perdón en la gala de 1993 en la que se produjo una de las grandes sorpresas de los OscarGTRES

'Historias de película'

La leyenda de la famosa actriz que ganó el Oscar... porque el presentador estaba borracho

Lo que ocurrió en la gala de 1993 es, aún hoy, una de las grandes sorpresas en la historia de los Oscar

La gala de los Oscar celebrada en 1993 fue la noche del triunfo de Clint Eastwood con Sin perdón, el western con el que ganó cuatro Oscar: mejor película, dirección, actor de reparto (Gene Hackman) y montaje. Aquella fue, también, la noche de Al Pacino, que recibió el Oscar al mejor actor por Esencia de mujer. O la de Emma Thompson, vencedora en la categoría de mejor actriz por Regreso a Howards End. Y también la de otra actriz que, en aquella noche del 29 de marzo de 1993, protagonizó una de las grandes sorpresas de la historia de los Oscar.

Al Oscar a la mejor actriz de reparto concurrían entonces como nominadas Vanessa Redgrave, Joan Plowright, Judy Davis, Miranda Richardson y una joven actriz, de 27 años, desconocida para el público: Marisa Tomei. Si había algo claro antes de esa ceremonia de los Oscar, es que el premio en esa categoría llevaría el nombre de Vanessa Redgrave, candidata por Regreso a Howards End. Y si, por alguna extraña razón, no era ella la elegida, ahí estaba a la espera Judy Davis por Maridos y mujeres. Y Miranda Richardson por Herida. O Joan Plowright por Un abril encantado. La joven Marisa Tomei estaba, sí, pero no a la espera. Tenía asumido, como lo tenían todos, que el sobre con el nombre de la ganadora no incluía ni su nombre ni el título de su película: Mi primo Vinny.

Jack Palance, el encargado de entregar el premio, solo tenía que hacer tres cosas antes de dar aquella estatuilla: leer las actrices nominadas, abrir el sobre y revelar el nombre de la ganadora. Completó las tres. Incluso una cuarta: bromear. Pero, antes de todas ellas, hizo algo que no debía: beber alcohol. Bastante, por lo visto.

Marisa Tomei posa con el Oscar a la mejor actriz de reparto que ganó por Mi primo VinnyGTRES

El actor abrió el sobre, sacó la cartulina que había dentro y pronuncia el nombre de Marisa seguido de una extraña pausa y del apellido Tomei. La joven camina hacia el escenario, recibe su estatuilla dorada y sujeta, con sus manos enfundadas en unos guantes negros, su Oscar. El suyo… o el de Vanessa Redgrave. Eso si hacemos caso a los rumores que, durante muchos años, apuntaban al error de Jack Palance al leer la cartulina.

La leyenda urbana que circuló por Hollywood y se extendió por todo el mundo es que Jack Palance, al estar borracho –esa no es una leyenda urbana–, se confundió y pronunció el nombre de la última candidata, que por orden alfabético era Marisa Tomei.

Marisa Tomei solo respiró tranquila cuando, 25 años después, se produjo el verdadero gran error en la historia de los Oscar: el de Faye Dunaway y Warren Beatty al proclamar como vencedora del Oscar a la mejor película a La La Land en lugar de Moonlight. En realidad la culpa no era de los veteranos intérpretes, que recibieron el sobre de otra categoría. La auditora PricewaterhouseCoopers (PwC), que contabiliza los votos y protege con celo los resultados, reconoció el error y pidió disculpas.

Si Jack Palance se hubiese inventado el Oscar a Marisa Tomei, alguien habría salido enseguida a reparar el fallo como ocurrió con Moonlight y La La Land. Si no, lo de Jack Palance, en la gran noche de Clint Eastwood y Marisa Tomei, sí que habría sido un error sin perdón.