El secreto de Nicky Jam para bajar 25 kilos

Es un multiusos Nicky Jam. Es cantante y actor, principalmente. Pero también presentador: en You Tube triunfa con Rockstar Show, un programa de entrevistas. Además, ha abierto un restaurante especializado en panqueque. «Me dijeron que aquí no comen mucho panqueque. Aquí todo el mundo está delgadito», contó sobre España, aunque seguidamente avanzó que su empresa de este ramo, La Industria Bakery, tiene intención de abrir un local en Madrid con un socio local. Ha triunfado en Miami con este negocio. En breve lo hará en Medellín. El secreto del éxito está en acumular una montaña de tortitas en los platos: «Hay veces que no se lo comen, solo le tiran fotos».

Hablando de comer, ha bajado 25 kilos respecto a sus anteriores visitas al programa. Se los atribuyó al baloncesto. No sabía ni tirar. Ahora goza de una muñeca afinada. Le plantaron una canasta en el plató y lanzó siete tiros lejanos: seis fueron canasta. «Juego cuatro horas al día», reveló.

Ahora tiene una nueva aspiración: ser director de cine. «¡Claro! El cielo es el límite. Primero, yo soy muy inquieto, yo no puedo estar quieto en la casa. Y después de la pandemia yo quiero hacer de todo. Yo quiero ser panadero… Lo que sea». Y eso que a él lo del confinamiento no le afectó nada. «Yo estuve tres años entre cuatro paredes. Para mí el covid no es nada. Nadie estaba preparado para el covid. Yo estaba ready», contó divertido. El colombiano atravesó una época de depresión y adicción a las drogas, período que culminó con el robo de un coche, delito por el que acabó entre rejas.

Pablo Motos se interesó por si en la cárcel se aprenden cosas: «Lo que más aprendí es a disfrutar de la libertad». «Otra cosa que aprendí es que si hay alguien que tiene muchos años de pena, por ejemplo una cadena perpetua, no estar cerca de él. Esto es un consejo que me dieron». Así se lo dijeron: «Si él sabe que tú vas a salir pronto, el hace lo que sea para que tú te quedes».

En el presidio asumió el papel de payaso. «Yo estaba asustado desde que entré. Pero yo le hacía chistes a todo el mundo. Cantaba, bailaba… Te conseguía las hamburguesas de McDonalds. Yo ayudaba a todo el mundo, y eso me ayudó a mí. Cuando me fui, la gente lloró».

Nicky Jam sueña con ser director de cine, pero siempre con los pies en el suelo, sin creérselo ni un poquito. «Yo tuve dinero y fama a corta edad. Lo perdí todo y entonces toqué tierra». Remontó, pero no se olvida del pasado: «Dios me dio la plata en un buen momento, en que tengo la madurez, y sé que el dinero no es importante. Yo hago dinero, el dinero no me hace a mí. Y eso lo tengo siempre en la cabeza. Lo más importante es la salud, la familia y tu relación con papá Dios».

Acudió a El Hormiguero a presentar su nuevo sencillo, Ojos rojos. Es un adelanto de su próximo álbum. Hay artistas que solo publican singles, contó Pablo Motos con cierta pena, pero Nicky Jam sacará un elepé, como era tradicional. Y explicó el motivo: «Tengo que hacerlo. Tengo un contrato y si no me demandan», aclaró entre risas.

Al final, se puso fecha de caducidad: «Me quedan seis añitos más. En la música. Porque yo quiero seguir actuando y haciendo otras cosas».