Pablo Iglesias: «Es mucho más jefe de la derecha Vallés que lo que pueda ser Feijóo»

Pablo Iglesias fue el primer invitado de Plano General, «un programa sencillo y sincero» presentado por Jenaro Castro. Habló largo y tendido, y aprovechó la ocasión para promocionar su último libro, Verdades a la cara.

Plano General es un espacio de entrevistas (mejor dicho, de entrevista) en diferido que sitúa muy lejos de la parafernalia decorativa y de la intensidad melodramática de la anterior propuesta del estilo –mucho más cara en cuanto a la producción– de la televisión pública (sí, hablamos del programa de las llaves y las puertas). Su duración, media hora, es más que ajustada al contenido, que además de la propia entrevista al invitado incluye diferentes microsecciones que proporcionan agilidad al resultado final.

Un hombre feliz

«Feliz de hacer lo que hago», contó de entrada Iglesias. «La política nunca fue mi mejor plan. Cuando eres secretario general de un partido, vicepresidente, no lo puedes decir. Tienes que decir que estás haciendo lo que más te apetece del mundo. No era mi caso. A mí me gustaba ser profesor, investigar en la Universidad, tener un programa. Ahora he vuelto a poder hacer esto y no volvería a hacer lo que hacía. Me siento muy orgulloso de lo que hice, puse todo mi esfuerzo, creo que logramos cosas históricas, estoy muy orgulloso pero en ningún caso volvería a meterme en un lío semejante», sentenció.

Recordó, con una imagen muy gráfica, lo feliz que fue cuando abandonó la política, lo liberado que se sintió: «Al día siguiente cuando me levanté pesaba 20 kilos menos».

Las residencias

Jenaro Castro hizo algunas preguntas muy directas. Esta fue la que más:

–¿Se siente usted responsable y apenado por la gestión que usted, en tanto era vicepresidente social, hizo de la pandemia en los que respecta a las residencias?

–Es uno de los grandes bulos de la derecha política y mediática. Cualquiera que diga la gestión de las residencias era una responsabilidad de Iglesias es un mentiroso trabaje en TVE, en Antena 3 o en Telecinco.

No hubo repregunta.

La actualidad

Hubo tiempo para la actualidad. «Algo injustificable a todas luces», dijo de la invasión de Ucrania, liderada por Putin, «un señor de derechas». La decisión de Sánchez sobre el Sáhara es «una traición en toda regla del partido socialista a su propio programa electoral de 2019».

No se lo ha dicho en persona porque habla más bien poco con el presidente del Gobierno: «Alguna vez, puntualmente, pero a mí no me corresponde hacer eso. Yo ya no soy nadie. Alguna vez hemos intercambiado algún un mensaje».

El jefe de la derecha

Le recordó Jenaro Castro aquellas declaraciones en las que decía que si le daban un Telediario y el CNI poco menos que dominaría España. ¿Se arrepiente? «En el CNI, en las reuniones a las que yo iba, no se contó nada que yo dijera 'guau, de qué secretos de Estado me he enterado'. La verdad es que se podrían haber televisado y eso no habría generado ningún titular. La reflexión sobre los medios la sigo manteniendo. Es mucho más jefe de la derecha Vicente Vallés que lo que pudo ser Casado o lo que pueda ser ahora Feijóo». El presentador lo interrumpió en ese momento: «Yo tengo que defender a todos mis compañeros de la prensa, a todos los que ha nombrado. Rompo una lanza en su favor, aunque usted me va colocando nombres a lo largo de la entrevista». «Lo pienso así», se ratificó el ex líder de Podemos.

El chalé

Castro le planteó si el declive de su figura política empezó cuando él e Irene Montero se compraron el famoso chalé: «Yo creo que empezó desde el momento en que obtuvimos cinco eurodiputados. Ahí empezó una estrategia de acoso y derribo». «Yo era muy feliz viviendo donde vivía. El problema es que llegó un momento en el que yo no podía permitirme ir con mis hijos a un parque público, sin guardaespaldas», justificó su cambio de residencia.

Después siguió con el discurso de tono victimista. «Lo que han hecho con nosotros, creo que no se ha hecho con mucha gente. Es verdad que hay que contextualizar: a nosotros no nos han asesinado. Y hay gente a la que han asesinado por hacer política, o a la que han mutilado. Pero lo que han hecho con nosotros es muy grave. Han sido meses de acoso», contó mientras en las imágenes se veía personas en el entorno de su chalé –y de Irene Montero– en Galapagar. «Lo que se ha hecho con nosotros por ser de Podemos es algo que no tenía precedentes en este país. Y no se lo deseo a nadie, y ojalá algo así no vuelva a ocurrir», declara ahora el que años atrás calificaba los «escraches» como «jarabe democrático».

Salió también en defensa del trabajo de Irene Montero: «Ella es una referencia del feminismo a nivel mundial. Creo que es la única persona en la historia de la política en España a la que ofrecieron ser vicepresidenta y dijo que no».

Ataque a la monarquía

Liberado de responsabilidades en el Gobierno, no tuvo problema en nombrar la republicana cuando Jenaro Castro le pidió que se decantase por una bandera. Tampoco en calificar la actual monarquía como «una rémora para el avance democrático de España».