El Hormiguero
Jesulín de Ubrique confiesa la millonada que perdió por 'rajarse' como cantante
El extorero volverá a entonar Toda en El Desafío
Jesulín de Ubrique está participando en la segunda temporada de El Desafío, el programa con el que Antena 3 está cosechando buenas audiencias en las noches de los viernes y que tiene su origen en los retos que Pilar Rubio llevaba a cabo en El Hormiguero.
«Es un programa que te incita a ser competitivo, que es una cosa que llevo yo en la sangre», contó el extorero sobre El Desafío.
Hay pruebas arriesgadas, que darían incluso miedo a cualquiera, ¿pero también a un torero? «Todos los toreros tenemos miedo, lo que pasa es que el miedo es una cosa que aprendemos a convivir con ella. Es una cosa que sabemos controlar, o que intentamos controlar. Te pones delante de un toro de 500 kilos y ahí lo que estás haciendo es jugarte la vida. Si sales a la plaza con miedo, es cuando verdaderamente estás expuesto a que te cojan», se extendió en la respuesta.
Lo que tiene es vértigo. De hecho, recordó cuando participó en un programa «de piscinas» y se negó a tirarse del trampolín. Se refería a Splash, que se emitió en 2013 en Antena 3.
Lo peor de El Desafío fue que compitió lesionado en algunas pruebas. Lo curioso es que se la produjo en una actuación musical, mientras simulaba tocar una guitarra eléctrica. «Fui tan bestia. Lo quise hacer todo tan puro…». Se tiró hacia atrás y la cabeza se le quedó apoyada en el suelo, «y ya no me podía levantar». El médico le diagnosticó rotura parcial del ligamento interno. Tuvo líquido en la rodilla, que le fueron sacando a medida que avanzaban las grabaciones.
Su incursión musical
Ese día que se lesionó, Jesulín cantó su gran éxito musical: Toda. Hacía «27 o 28 años» que no lo entonaba. Este programa no se ha emitido aún, así que hubo un poco de destripe.
«El disco tiene muchas canciones maravillosas», reivindicó.
Fue una aventura corta, que se ciñó a ese trabajo discográfico. Explicó el motivo. «El mundo del toro parece que se va abriendo más, pero era muy complicado… Quizá le di pie a mis enemigos para tener un arma para atizarme, y yo cuando veo que me perjudica una cosa, corto por lo sano». Así que preguntó: «¿Aquí cuánto vale retirarse de cantar?». Se lo dijeron. Y tuvo que pandar con las consecuencias. «Es que yo además tenía hecha una gira y todo. Iba a ir por ahí cantando. En vez de hacer las Américas toreando, las iba a hacer cantando».
Motos le preguntó si tuvo que asumir indemnización. «Hombre, sí. No sé si fueron 50, 60 o 70 millones de pesetas», precisó. «Yo me rajé y cuando uno se raja tiene que aceptar sus consecuencias».
La noche que intuyó una cornada
«Yo intuí un día que me cogían y no quería torear. Y tuve los santos cojones de ir a torear sabiendo que esa tarde me iban a coger». Se lo dijo la noche anterior a la cuadrilla y al apoderado. ¿Acabó en enfermería? «Me pegaron la paliza más grande del mundo». Fue en Málaga, con un toro de Salvador Domecq.
Cuando ya estaba en la camilla, pidió un pantalón. Le dieron uno de cirujano. Con él regresó al redondel de nuevo. «Salí, maté el toro, me operaron, estuve cuatro o cinco días en el hospital en Málaga, y después me tuvieron que volver a operar de la espalda», recordó.
«Nunca más tuve ese pensamiento», remarcó Jesulín, que estaba tan a gusto que se quiso quedar en la tertulia de actualidad, con Tamara Falcó, Cristina Pardo, Juan del Val y Nuria Roca, pero apenas intervino.