El Hormiguero
La propuesta laboral de Benedict Cumberbatch a Pablo Motos
El actor británico presenta la segunda entrega de Doctor Strange y desvela cuántos días estuvo sin ducharse para su papel en El poder del perro
Sabido es que Pablo Motos es amigo del ahora caído en desgracia Will Smith, quien intentó colocar El Hormiguero en el mercado norteamericano. Tiene mano con las estrellas, y ayer se notó en su entrevista con Benedict Cumberbatch.
De entrada, el actor británico lamentó no poder estar en el plató. «Me da muchísima pena, porque adoro España. Es un país precioso, con una cultura impresionante, y gente encantadora, vino, ¿qué más se puede pedir a un país?».
Benedict Cumberbatch vuelve al universo Marvel con la secuela de Doctor Strange, que se titula Doctor Strange en el Multiverso de la Locura y se estrenará la segunda el próximo mes 6 de mayo. «Es un personaje con capas, bastante complejo. A pesar de ser súper héroe, es un ser humano que está aprendiendo. Ha pasado de ser un cirujano y trabajar con el bisturí a ser un mago», explicó.
Disfrutó del rodaje pese a que en el rodaje hubo bastante improvisación: «Lo único que no cambió fue el título. Surgieron muchas complicaciones con el guion. Es un argumento súper complejo y además, Spiderman, que se iba a rodar después, se rodó antes, y tenías que tener la correlación entre las dos películas. Todo fue cambiando».
Está inquieto sobre cómo será recibida la película por los fans de Marvel: «Yo no soy productor, ni montador ni tengo poder de decisión. Pero sí que siento mucha presión porque me gusta proteger al personaje, y no sé cómo va salir. Los fans tienen grandes expectativas. Es una película en la que van a pasar muchísimas cosas Tenemos el multiverso, tenemos nuevos personajes, tenemos muchísima acción y empieza a desplegarse la siguiente fase de este universo Marvel. Soy un personaje un poco puerta hacia otros personajes que aparecen por primera vez en la película».
El Marvel más terrorífico
Lanza un aviso a navegantes. «Es la película Marvel que da más miedo». Lo del terror, en general, no va con él: «Soy muy miedoso, y bastante problemas tengo para dormir como para meterme películas de terror. Por eso no veo muchas».
Ha gozado con el personaje. «Ha sido un reto muy especial en el que he disfrutado mucho. Las personas toman distintas decisiones en los distintos universos y por tanto siguen distintas trayectorias en sus vidas», se extendió. «Si haces varios personajes, tendrías que cobrar varios sueldos», planteó entonces Motos. «Te voy a contratar como mi agente, Pablo». «Si fuese tu agente, lo habría pedido», contestó el presentador.
No es una película de viajes en el tiempo, pero Motos no dejó pasar la ocasión de preguntar a qué lugar iría Benedict Cumberbatch en caso de disponer de un Delorean como Doc y Marty. «Yo siempre intento entrar en el momento presente… El futuro lo voy a vivir, se supone. Preferiría volver hacia atrás, brevemente, y poder saber cómo fue vivir en la época medieval».
También le encantaría volver a ver su amigo Stephen Hawking. «Lo echo mucho de menos». Recordó aquella vez en que se emborracharon con margaritas. «Nos tomamos unas copas y fue un momento muy especial». Fue la persona que primero supo que iba interpretar a Khan Noonien en la película de Star Trek, universo del que el fallecido científico era fan.
El olor del perro
Benedict Cumberbatch estuvo este año nominado al Oscar por su interpretación en El poder del perro, un papel en que se metió a fondo: «Es un personaje que trabaja en el rancho y le da igual su aspecto, y la suciedad que acumula. Solo se lava cada equis meses, y no es tampoco lavarse es como un ritual religioso. Durante cinco días estuve sin lavarme, y la verdad es que fue muy raro. Sobre todo con Jane [Campion, la directora], que es una persona muy sociable, y dice ‘vamos a cenar a un japonés’ y le dices ‘quizá no sea el día’. Es sorprendente lo raro que te sientes».
A los cinco días volvió a ducharse, pero lo que no llegó a lavarse nunca fue la ropa de su personaje. «Era un olor bastante denso, bastante potente, muy masculino».