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Darth Vader en el momento de su recordada revelación en 'Star Wars: El Imperio contraataca'François Duhamel

'Historias de película'

La respiración de Darth Vader: la mínima expresión de un icono cultural

Ben Burtt descartó la idea de crear un villano estridente y optó por un minimalismo que se convirtió en icónico

El cine es mucho más que planos icónicos. El sonido es parte fundamental en el séptimo arte y son muchas las sintonías capaces de evocar más que una imagen. Apenas un par de notas son suficientes para que sintamos el acecho de un tiburón o la tensión previa a un duelo a muerte en el Oeste. Yendo un paso más allá de las bandas sonoras, hay efectos de sonido que consiguen que un cinéfilo piense en una película. Entre todos ellos, uno solo es capaz de identificarse plenamente con una figura: una respiración que es sinónimo de lado oscuro, que es carta de presentación de Darth Vader.

Star Wars ha sido capaz de dejar para la historia una colección de momentos icónicos que convierten a la saga en pilar fundamental de la cultura pop de las últimas décadas. Todo lo que rodea al reconocido como «mejor villano» traspasa lo cinematográfico y es un filón a la hora de enganchar al público. El último ejemplo lo encontramos en el estreno del segundo tráiler de la serie que Disney+ dedica a Obi-Wan Kenobi. Un minuto y 28 segundos de imágenes que culminan en un instante que no las necesita, el sonido de un respirador artificial que anuncia a los espectadores que Darth Vader hará su aparición.

El minimalismo sonoro que identifica al sith se debe a Ben Burtt, el hombre que creo gran parte de los efectos más reconocibles de la saga Star Wars, y choca con la idea original de George Lucas. Como el propio Burtt explica en algunas entrevistas, el guion original describía a Darth Vader como un personaje que requería de multitud de elementos para su soporte vital. Así, en un primer momento se pensó en una criatura acompañada de ruidosos engranajes que le permitían caminar y hasta el sonido de un corazón mecánico. Una verdadera estridencia que se redujo finalmente al acompasado respirador.

El origen de un sonido icónico

La artesanía marcó la creación de buena parte de los efectos sonoros de Star Wars: los sables láser suenan como un viejo televisor mezclado con el ruido de un proyector, la «voz» de Chewbacca es la suma del gruñido de varios animales y el vuelo de algunas naves espaciales se consiguió golpeando con un martillo un cable de acero.

Para Darth Vader se siguió el mismo procedimiento. Ben Burtt colocó un micrófono en el interior de una máscara de buceo y se grabó respirando a través de ella. El resultado obtenido fue siniestro, tal y como se buscaba, y recuerda al espectador que está ante un personaje a medio camino entre el hombre y la máquina. Un sonido capaz de poner en tensión a toda la galaxia.