Entrevista
Sandra Díaz: «Cada día que pasa desde que dejé 'El Chiringuito' tengo más claro que tomé la decisión correcta»
Sandra Díaz explica en El Debate los motivos de su salida del programa. «Ha sido una decisión difícil: El Chiringuito ha hecho que sea lo que soy hoy en día»
El Chiringuito pierde su sonrisa: Sandra Díaz se despide del programa de Pedrerol
En estos últimos años, el plató de El Chiringuito, el programa de fútbol de Mega, se ha iluminado dos veces cada noche. La primera, instantes después de la medianoche, cuando de las sombras emerge la figura de su líder, Josep Pedrerol, y se encienden los focos. Para la segunda vez había que esperar solo unos minutos. Los que tardaba el presentador en avanzar los contenidos más relevantes y dar paso a Sandra Díaz, la encargada –entre otras funciones como redactora del programa– de dar voz a los espectadores con la lectura sus mensajes en las redes sociales. Hasta la noche del 2 al 3 de junio.
En la madrugada de ese jueves al viernes, Sandra Díaz anunció, en directo y por sorpresa, que dejaba El Chiringuito después de seis años y medio. Hay una diferencia entre esa primera iluminación diaria de El Chiringuito y la segunda. En la primera, la iluminación de El Chiringuito es artificial. En la segunda, al son de Seré, la canción de Lucía Gil que Sandra Díaz nos descubre al final de la entrevista, la luz entraba en el plató de forma natural, directa y sencilla. Cojan la última frase y encontrarán cuatro palabras que definen a Sandra Díaz.
–Díganos... ¿qué hace ahora Sandra Díaz cada noche a eso de las 0:05?
–Pues ahora mismo estar en el sofá (risas). Estar en el sofá y valorar cosas que yo creo que normalmente no valoramos. El cenar en casa, el ver la tele. Es verdad que algún día he puesto El Chiringuito. Aún creo que no soy y no sé si la palabra es ser capaz o no, pero me cuesta un poco. Me cuesta verlo porque tengo una sensación como de que estoy de vacaciones. Entonces es un poco extraño, pero bueno, el poder ver una película o una serie o cenar en casa simplemente es algo que valoro ahora un montón.
–En esas noches en las que ve El Chiringuito, ¿lee desde casa los mensajes en las redes sociales?
–No, la verdad es que no. Lo he visto a ratos, pero sin el móvil. Por ejemplo este miércoles viene Florentino Pérez… Bueno, va, no viene (risas). Por interés periodístico lo veré entero.
–Complete la frase. «Cada día que pasa desde que dejé El Chiringuito tengo más claro que…»
–Que tomé la decisión correcta, yo creo. Era una decisión dura. Es lo que dije en directo: era una decisión difícil, una decisión muy meditada, porque creo que era algo importante, un cambio muy importante en mi vida. Al final El Chiringuito ha hecho que yo sea lo que soy hoy en día. He aprendido, he crecido... Llegué siendo una niña, estaba aún en la universidad. Fue muy duro, pero yo creo que a veces las cosas las sientes y yo lo sentía así, necesitaba ese cambio.
–¿Cuándo se cruza por su mente por primera vez la idea de dejar El Chiringuito?
–Quizá fue un cúmulo de cosas. No fue algo, sino una serie de cosas que me hicieron ver que era el momento. Tenía claro que quería irme al final de temporada. Josep lo sabía desde hace tiempo, fue la primera persona que lo supo. Quedamos en irme al final. Me apetece probar otra cosa. Me apetecería, si es posible, tener un horario quizá más compatible con tu pareja, con tus amigas, poder ir a cenar, tener un fin de semana...
–¿Qué le dice Pedrerol cuando se lo comunica?
–Se sorprendió, pero enseguida me entendió. Me dijo que me entendía, que le daba mucha pena porque habían sido muchos años… Al final es una redacción en la que yo estaba muy bien, estaba muy cómoda. Es verdad que de redactoras era la única chica, pero yo siempre dije que yo me sentía una o uno más. Una persona más trabajando.
–¿Qué le hubiese hecho seguir en El Chiringuito?
–Creo que nada. De hecho, Josep me dijo alguna cosa, medio en broma, pero no, creo que nada.
–¿Se le había quedado corta la labor de leer los mensajes de los espectadores? ¿Echaba en falta sentirse más periodista?
–La gente que intenta criticarte a lo mejor me atacaba con eso de que solo leía los mensajes. A mí no me afectaba porque yo sabía el trabajo que yo hacía. Y yo no llegaba a las 0:00 a leer mensajes. Yo llegaba como mis compañeros a las 18:00 y preparábamos un programa y si tenía que hacer un vídeo, lo hacía. Y si tenía que salir a la calle a hacer un reportaje, lo hacía. Entonces yo me sentía periodista y yo sentía que hacía todo lo que podía, lo que quería, porque Josep es una persona que te da libertad. Creo que son etapas y sentía que esa etapa se había terminado.
–Debe de tener un récord: el de no haberse llevado ninguna bronca de Josep Pedrerol en directo…
–Bueno, pues yo creo que en directo tendría que pensarlo… (risas). Y si ha sido alguna, pues a lo mejor ha sido muy floja comparada con otras. No, la verdad es que no, pero bueno, por detrás como todo el mundo, si haces las cosas mal y te equivocas, el jefe te echa la bronca.
–¿Ha hablado con Irene Junquera y Laura Gadea, sus predecesoras?
–No, pero no por nada, sino porque coincidí muy poco con ellas. Con Irene prácticamente no coincidí. Cuando yo llegué era becaria y ella ya era tertuliana. Y con Laura es verdad que también tuve muy poca relación, porque Laura también llegaba a la hora del programa y yo por aquel entonces también era becaria.
–¿Dónde le gustaría trabajar a partir de ahora?
–Estoy en un momento de pensar qué me apetece, de pensar qué quiero hacer. Lo cierto es que me gusta mucho la televisión. O sea, es un medio que he conocido y el que más tiempo he estado, porque tuve la suerte de hacer prácticas en medios distintos y de hecho lo bueno es que está como un poco en todos, está en radio, está en prensa. Creo que lo que más me gusta y lo que mejor se me da es la televisión. Pues te diría televisión y deportes. No sé, un informativo, un programa… Pero televisión y deportes para mí sería lo ideal.
–Con esa combinación de televisión y deportes, el nombre que viene a la mente es el de Movistar+…
–Bueno, no lo sé (risas). Yo de momento no tengo ni idea. Creo que de lo que estamos hablando, de televisión y deporte, es un sitio donde la fusión es perfecta. Pero bueno, no lo sé.
–Dice Javier Tebas que faltan mujeres en las retransmisiones deportivas. ¿Le gustaría narrar partidos o hacer las entrevistas?
–Sí, estoy de acuerdo. Hay muy pocas narradoras. No lo he probado (narrar), pero creo que no se me daría bien. Me sentiría quizás más cómoda siendo esa persona secundaria que está al lado del del narrador comentando o bien haciendo las entrevistas pospartido, un pie de campo… Con eso sí estaría cómoda y creo que lo haría bien.
–¿Qué le ha dicho la gente por la calle en estas últimas semanas?
–He alucinado, de verdad. Yo sabía que la gente me tenía cariño, pero al final no te lo están diciendo. 'Qué bien lo haces, qué guapa eres, cómo me gusta Sandra'... Son cosas que no te dicen todos los días. El día que te vas es el día que la gente se toma la molestia de escribirte, de llamarte. He alucinado con el cariño de la gente, de amigos, de compañeros de profesión, de gente que no conozco. Me he sentido muy, muy querida y afortunada.
–¿Qué es lo más gracioso que recuerda que le hayan dicho?
–¡Qué complicado! Al final recibo mensajes tan raros que no sé si es gracioso, pero el otro día sí que recibí un mensaje de alguien que me decía que le recordaba muchísimo a un viejo amor y que había sentido que cuando yo me fui de El Chiringuito era como el momento en que ellos lo dejaron. No sé, un mensaje muy extraño que yo dije 'por favor, la gente…' (risas).
–¿Algún usuario de las redes sociales aprovechaba los mensajes de El Chiringuito para contactar con usted personalmente?
–Diría que más en Instagram que en Twitter. 'A ver si un día te encuentro, nos hacemos unas fotos ahí, ojalá te pudiera conocer, ojalá poder viajar a España, ir a El Chiringuito de público y conocerte'... Sí, muchos mensajes así.
–¿Ha echado en falta el mensaje de alguien en estas semanas?
–Pues te diría que no, por ejemplo del programa o de los tertulianos. Es que te diría que todos o me han puesto un mensaje o me han llamado. Quizá también alguno que no te esperabas que te llamara y te llamaba. Entonces me he sorprendido, pero de una manera positiva.
–¿Chocaba la mano con menos ganas a algún colaborador de El Chiringuito cuando entraban en el programa?
–A lo mejor algún día uno pasaba y miraba para otro lado y no me saludaba. Entonces la gente decía ‘no te ha saludado’ pero a lo mejor era porque ya me había saludado antes del programa.
–¿Qué le dice su gente después de la decisión que ha tomado?
–Me han apoyado todos. De hecho, si alguna vez había tenido alguna duda, yo creo que ellos fueron los que me dijeron 'si estás convencida, adelante. Igual que has conseguido esto, puedes conseguir otra cosa'. Necesito escuchar que me apoyan, pero al final soy yo quien toma las decisiones. Aunque me hubiesen dicho que era una locura, si yo lo sentía, lo hubiese hecho igualmente.
–¿Qué compañero se sorprendió más al saber que se iba de El Chiringuito?
–Diría que casi todos. Álex Silvestre, Juanfe… Recuerdo que cuando le dije a Edu Aguirre que le tenía que contar una cosa, me dijo '¿te vas?'. En general creo que se sorprendieron. Esa era una cosa que llevaba muy yo. Yo también soy así con todo en la vida. No soy de contar las cosas, lo llevo yo y ya cuando tengo la decisión lo cuento.
–¿Cuál es el principal aprendizaje personal que se lleva de estos seis años en el programa?
–Ufff, pues he aprendido un montón de cosas. Te diría que he aprendido. Quizás suene a tópico, pero he aprendido a luchar por lo que quieres. O sea, yo recuerdo el empezar a estudiar y decir me encantaría ser periodista deportiva y salir en la televisión. Te estoy hablando desde que tenía 12 años en el colegio. Yo eso lo recuerdo mucho. Sigue tu camino, sigue tus sueños y si tú estás convencido de algo, adelante, a por ello, que lo puedes conseguir.
–En un mundo de egos como el de la televisión, se ha abierto hueco con su sencillez y su discreción. Me da que eso no va a cambiar ahora, ¿verdad?
–Creo que es imposible, pero porque no me sale. Soy igual aquí contigo ahora mismo que en directo ante tanta gente y que tomándome un café con mis amigas. Soy la misma. Y es algo que me ha repetido mucha gente, gente que no me conoce y gente que me conoce. Te sorprendes cuando gente que no te conoce te dice que se te ve muy sencilla, muy humilde y que se nota que eres buena persona. Creo que no, no va a cambiar.
–Su salida ha sido muy diferente a la de otros compañeros que han acabado mal en El Chiringuito. ¿Cómo vive esas polémicas?
–Al final cada uno es como es. Yo ni era capaz de salir mal, ni veía por qué iba a salir mal. Yo he sido muy feliz, era una oportunidad grandísima y yo he tomado la decisión de irme. Por eso se lo quise hacer ver a Josep, que simplemente que necesitaba un cambio a nivel personal y a nivel de todo. Yo no lo haría, pero ni en este trabajo ni en algo personal. Soy una persona a la que no le gustan los conflictos, entonces no, nunca hablaría mal. No lo comparto, pero oye, que cada uno que haga lo que quiera.
–¿Cuál era la canción que acompañaba su entrada en el programa? Perdóneme pero, después de tanto tiempo, se ha ido y he sido incapaz de reconocerla…
–(Risas). Mi canción era Seré, de Lucía Gil. Teníamos que elegir una canción (para la entrada diaria en el programa) y elegí Seré, de Lucía Gil. Me gustó ese momento y la frase de 'seré la luz que a casa te acompañe' le gustó a Josep y dije 'pues esta'.