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Los lugareños de la Sierra de las Nieves levantaron dos puentes en tiempo récordCuatro

‘Volando voy’

Calleja ayuda a levantar dos puentes en el último parque nacional español

Volando voy despidió la temporada con una visita muy productiva a la Sierra de las Nieves

Sierra de las Nieves fue declarado el pasado año Parque Nacional. Es el decimosexto del país que recibe esta distinción, el primero en Málaga. Las rocas peridoditas, que asoman a la superficie tras un recorrido de 70 kilómetros desde las profundidades, y el pinsapo, una especie de abeto característico de climas mediterráneos, son dos señas de identidad de este paraíso natural.

Un cabrero, Juan Gil, Kilili, fue el primero que introdujo en los secretos de la zona a Jesús Calleja, quien enseguida se sumó a una patrulla de voluntarios que trabajan adecentando la sierra, arreglando caminos y sendas. Se hacen llamar Los tontos, porque no cobran. «Vamos los fines de semana a abrir caminos», explicó uno de ellos, el fontanero Pepe Fernández. Le contaron al presentador que en el llamado río de los Caballos construyeron en su día un par de puentes, pero la crecida del agua los echó abajo en un par de días. «Este río coge mucha agua», se excusaron.

Calleja se comprometió a construir unos nuevos en cinco días, para lo que recurrió a la empresa maderera de un asturiano que había conocido en un programa previo.

La tierra del pinsapo

Antes de entrar en acción, habló con Paola Jiménez, ambientóloga, que detalló las características de la Sierra de las Nieves. Explicó que en España hay más de 300.000 hectáreas, como la mitad de la provincia de Barcelona, dedicadas a parques naturales. También contó que el pinsapo, surgido en Andalucía hace 20.000 millones de años, no está representado en ninguno de los otros quince que hay en España: «Es uno de los árboles que viene de la era Cuaternaria y se mantiene en pocos sitios en el mundo. En España concretamente tenemos el parque más grande de pinsapos de Europa», explicó Jiménez, quien añadió que la peridodita genera «una flora específica» en la zona.

De la zona se siente Ben, un belga enamorado de Andalucía. «Es el sueño de todos los belgas: jubilarse y venir a vivir a España», subrayó. Él lo cumplió antes de jubilarse. Trabaja como agente inmobiliario y es feliz. «Es mi pueblo, este es mi lugar. Todo la naturaleza, toda la seguridad, la forma de ser de la gente, los trabajadores, los animales…». Aquella amiga que le dijo «Ben, conozco un pueblo para ti» acertó de pleno.

De la zona son autóctonos Catarrito y Clavelito, dos amigos muy ingeniosos y parlanchines con los que Calleja se río de lo lindo.

Las vigas, de 800 kilos, se transportaron a mano por la sierraCuatro

A todo ese paisanaje conoció el presentador. ¿Y el puente? La brigada de voluntarios y unos cuantos lugareños más de los pueblos de Tolox, Yunquera y El Burgo se pusieron manos a la obra. En total, medio centenar de personas transportaron vigas de hasta 800 kilos de peso por la sierra hacia los puntos exactos del río donde se realizó la construcción. Por momentos, recordaban a un paso de Semana Santa. En el plazo récord de cinco días erigieron dos robustos puentes. Tender puentes con la naturaleza es precisamente lo que hace Calleja con sus programas en Cuatro, Planeta Calleja y Volando voy. El primero ya echó el telón del 2022 hace unas semanas y anoche acabó la temporada del segundo.