Entrevista
Samantha Vallejo-Nágera: «Al comienzo de 'MasterChef' tenía ataques de ansiedad»
«Al principio no me daba la vida porque estaba muy encima de mi catering», explica Samantha Vallejo-Nágera, integrante del jurado de MasterChef junto a Pepe Rodríguez y Jordi Cruz
Cuando pensamos en MasterChef España es imposible que no se nos venga a la mente el nombre de Samantha Vallejo-Nájera. Es uno de los rostros más reconocidos de la gastronomía nacional, además de ser empresaria y, por encima de todo, madre. De familia francesa y nacida en Madrid hace 52 años, Samantha Vallejo-Nágera es mucho más que una de las integrantes del jurado de MasterChef. Lleva más de 20 años a la cabeza de su propia empresa de catering en España y lleva desde 2013 siendo una de las caras del reality culinario más famoso del país.
–¿Por qué una vez que terminó los estudios de hostelería decidió montar el catering que tanto le gusta en vez de montar un restaurante?
–Hice catering antes de empezar a estudiar hostelería. Gracias a una apuesta con un amigo conseguí trabajo en un restaurante profesional y ahí aprendí a cocinar. Me empezaron a salir trabajos. Sin querer he hecho catering toda mi vida. Nunca me llamó la idea de tener un restaurante porque he sido muy nómada y me gusta mucho serlo. No me gusta la rutina y sí el el espacio abierto. El restaurante desde siempre me ha parecido un espacio abierto con una cocina cerrada, aunque ahora las cocinas son mucho más luminosas y agradables. Antes lo veía siempre como un sitio desagradable y oscuro.
Luego empecé a pensar ya en el negocio y me di cuenta de que en un catering compras un solomillo para 50 personas y sabes que se lo van a comer porque es lo que te han pedido. En cambio, en una cocina en un restaurante lo tienes una nevera esperando un cliente que no sabes si va a venir o no. Entonces me pareció más rentable y me dediqué a ello.
–¿Cómo consigue compaginar la vida de llevar un catering con los rodajes de MasterChef y encima estar con la familia?
–Al principio me costó un montón. Todo ha ido poco a poco porque MasterChef al principio era una edición al año, luego fueron una edición y el Junior; luego una edición, el Junior y el Celebrity. Ha ido creciendo. He tenido unos ataques de ansiedad al principio en los que parecía que no me daba la vida porque antes estaba muy encima de mi catering y tuve que aprender a delegar y formar un equipo que sea autosuficiente. Tuve mucha suerte de contar con unos empleados que llevaban muchos años y que no me han fallado en gestionar mi empresa, así que estoy muy orgullosa de ellos. He ido delegando en gente profesional en el catering y creo que he conseguido llegar a un equilibrio en el que todo esté bajo control pudiendo estar en MasterChef.
–¿Usted sabía que MasterChef iba a tener el éxito que ha tenido?
–Ni yo ni nadie. Mi jefa siempre pensó que iba a durar 7 años. MasterChef está ahora mismo casi en 60 países del mundo y tiene ediciones más grandes y otras más pequeñas. En la edición española, aparte de ser muy potente y de estar muchos meses en antena y tener mucha audiencia, los jueces llevamos mucho tiempo. Es muy raro que haya tres jueces que duren tanto. Entonces hay muchas cosas que hacen que sea uno de los MasterChef más potentes del mundo. Australia e Inglaterra también son países en los que el programa está muy fuerte y lleva muchísimos años en antena. Desde luego no sabíamos lo que iba a durar, pero bueno aquí estamos año a año, aguantando y pasándolo bien.
–¿Les ha surgido la oportunidad o se les ha ocurrido alguna vez juntar varios MasterChef? Por ejemplo, ¿ver a Pepe cocinar con Gordon Ramsey?
–Invitar a Gordon Ramsey todavía no lo hemos hecho, pero vas a ver que en esta edición hay una prueba de aniversario en la que vienen jueces de MasterChef del mundo entero. Así que has tenido una idea que también ha tenido mi jefa.
–¿Con quién se lo pasa mejor en los rodajes: con Pepe o con Jordi?
–Con los dos. Te juro que nos llevamos muy bien. Nos reímos, nos metemos con Pepe, nos metemos con Jordi y se meten conmigo todo el día, no me dejan en paz. Pero, por otro lado, hay un respeto brutal y buen rollo. Llevamos muchos años de vida profesional juntos. Son muchos años de experiencias y de viajes. Yo llevo en estos 10 años muchas más horas con ellos que con mi familia porque al final son casi cuatro días que pasamos enteros juntos. Lunes y viernes en un metro cuadrado los tres durante horas y horas, además de que el martes y miércoles un poco más separados porque nos vamos a exteriores, pero estamos en tres metros cuadrados en vez de en uno. Estamos todo el día juntos. Nos llevamos muy bien y creo que parte del éxito del programa es la química que hay entre nosotros tres. Somos personajes totalmente complementarios.
–¿Se mantiene el buen ambiente cuando se apagan las cámaras? Por ejemplo, si se ha expulsado a algún concursante.
–Depende. Por ejemplo, en una de las grabaciones hubo una que me odió, pero son personas que en ese momento tienen un calentón y luego se les olvida. Pero normalmente la gente tiene humildad. Los problemas de verdad suelen ocurrir en los Celebrity porque hay alguno que otro que tiene un poquito de soberbia y que le molesta que le critiques. Pero no suele pasar. Es impresionante cómo nos respetan y cómo nos escuchan. Y los que lo hacen aprenden con lo que les decimos y evolucionan muchísimo más que los demás.
–¿Suele ver sus propios programas?
–Depende de los días. Casi siempre lo intento ver, lo que pasa es que ahora estamos grabando y emitiendo a la vez. Yo acabo el lunes de grabar a las siete y media de la noche, llego a mi casa y no me pongo a ver MasterChef. Lo empiezo a ver, pero me suelo quedar dormida porque madrugo. Yo salgo a las seis y media de la mañana de casa todos los martes, entonces luego lo veo a trozos. Por ejemplo, el Celebrity que se suele emitir cuando no estamos grabando, lo veo. Me encanta verlo cuando no estoy grabando porque si no, es mucha intensidad de MasterChef en mi vida. Reconozco que esta edición a mí me ha encantado y por eso me está gustando verla, aunque esté grabando a la vez.
–Y estando tanto tiempo fuera de casa, cuando por fin llega... ¿quién cocina?
–Tengo una chica que vive en mi casa desde hace 14 años. Cocina, limpia la casa y está con la familia. Una persona que me ayuda en casa. Un empleado del hogar que se llama. Tengo cuatro hijos, trabajo muchísimo y me ha ayudado mucho a compaginar todo.
–Y si en algún momento se pone a cocinar en casa porque le apetece, ¿hay alguna receta que siempre le alegre o le guste hacer?
–Me gusta ligar las salsas. Me gusta cocinar sencillo. Soy cocinera de un catering en España que lleva muchísimos años haciendo eventos y me hago una cocina totalmente diferente a la de mis compañeros de trabajo. Me gustan las salsas, los arroces, carnes, pescados, es que me gusta cocinar lo que tengo en la nevera. En invierno son más cosas de más tiempo de cocinado y en verano me encanta hacer gazpacho, que es una tontería, pero la hago todo el tiempo. Me gustan todos tipo de ensaladas con todo lo que pueda coger de la nevera y también me gusta hacer pescados al horno.
–¿Pide comida basura o suele comerla?
–No. Jamás pido comida a casa, nunca. No se me ocurre. Solamente pido a veces un tailandés cuando estamos grabando o haciendo fotos fuera. Suelo pedir un delivery de un tailandés que me gusta porque lo conozco y porque es comida saludable. Pero vamos, nada más.
–¿Y si piden sus hijos la comida basura?
–Me molesta muchísimo que lo hagan. No me gusta.