'Los anillos de poder' es la serie más cara de la historia... hasta la fecha

Queda poco más de un mes para que llegue a Prime Video la nueva serie ambientada en el universo creado por JRR Tolkien. Pero Los anillos de poder ya es todo un éxito sin haber llegado al streaming porque, a día de hoy, es la serie más cara de la historia: la primera temporada que se estrena el próximo 2 de septiembre ha costado la friolera de 465 millones de dólares. Las cuentas salen a 58 millones de dólares por capítulo, casi el doble de la que era hasta ahora la serie más cara: Stranger Things, con 30 millones por capítulo. En tercera posición están las series de Marvel

La historia de Los anillos de poder se remonta a miles de años antes de que Gollum y Bilbo Bolsón entrecruzaran sus destinos. Los pelosos, ancestros genéticos de los hobbits, junto con los enanos, los hombres, los elfos y el resto de criaturas nacidas en la imaginación de Tolkien pugnan de nuevo en una batalla entre el bien y el mal. El nacimiento de Sauron, el mal encarnado de la famosa saga El señor de los anillos, la creación de los famosos anillos que controlaba el anillo único o cómo se forjó el temple de Galadriel, a quien daba vida Cate Blanchet en las películas de Peter Jackson, son las tramas de esta nueva serie. Aunque no esperes, ni mucho menos, que todo se desvele en esta primera temporada.

Tan solo para hacerse con los derechos, el gigante Amazon tuvo que desembolsar 250 millones. Al menos esas son las cifras que publicó The Hollywood Reporter y que, aunque no confirmó las cifras, la directiva de Amazon Jennifer Salke tampoco desmintió: «Pero es un mundo loco y algunos de los que estamos aquí hemos estado en negociaciones en las que las cifras empiezan a subir de forma increíble», declaró Salke al medio especializado en los entresijos de la meca del cine.

Salke también confirmó que las expectativas de Amazon con esta serie están altísimas: «¿Cuánta gente se necesita que vea El Señor de los Anillos? Mucha. Una enorme audiencia global tiene que presentarse a la cita y estamos bastante seguros de que va a ser así», dijo hace dos meses la directiva confiada ya en el éxito de la serie. Por ahora, la jugada le está saliendo bien al gigante Amazon. Si bien las primeras imágenes de la serie provocaron controversia entre sus fanáticos, que dudaban de la calidad del producto, tras el estreno del tráiler final en la ComicCon de San Diego, todos rugen como Balrogs por ver la serie. Por cierto, una de las cosas que más fuerte ha pegado en las redes es la aparición de estas criaturas de fuego tan unidas a la historia de Gandalf.

Aunque gran parte de la información son especulaciones o rumores, dado el hermetismo de las plataformas a la hora de hablar de dinero, el alto presupuesto para la serie podría explicarse por la urgente necesidad de crear un producto que compitiera directamente contra series como Juego de Tronos o incluso contra el universo de Harry Potter. También en la (acertada) apuesta de los productores por maquillaje, vestuario y escenarios –en su gran mayoría de Nueva Zelanda– reales. El CGI, como se conoce por sus siglas en inglés a la creación de imágenes digitales, abarata mucho los costes de una serie o película pero en detrimento de sensación de realidad. Así, los orcos, los vestuarios y gran parte de la caracterización de sus personajes, así como algunos de los escenarios de la serie serán reales y no estarán generados digitalmente.

Otra de las razones que explican el alto presupuesto de esta primera temporada es, según explicó Salke a The Hollywood reporter, la inversión inicial realizada. Según parece, Amazon ha puesto muchos de sus huevos en esta cesta ambientada en la Tierra Media y espera que se convierta en un producto longevo y rentable: por el momento ya se ha confirmado que Los anillos de Poder tendrá segunda temporada. Y ya se ha mencionado una previsión de cuatro temporadas más y un spin-off. Aunque como todo el mundo sabe, estas cosas llevan su tiempo. Y si no que se lo digan a La casa del dragón, el spin-off de Juego de Tronos que llega ahora en agosto, tres años después de que se decidiera el ocupante del trono de hierro.