Hank Palmer, el abogado que Robert Downey Jr. interpreta en El juez, siempre se ha interesado más por el trabajo que por la familia. Ahora, extrañamente, los dos ámbitos se entrelazan. Hank regresa a su hogar familiar porque su madre acaba de morir. Es entonces cuando descubre que su padre (Robert Duvall), el juez del pueblo y de quien está distanciado, es sospechoso de haber cometido un asesinato. La película es más bien larga (dos horas y veinte minutos) y le vendría bien un recorte en su metraje pero, solo por asistir al duelo interpretativo entre los dos actores, la inversión de tiempo merece la pena.