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John Wayne en la película 'Misión de audaces'GTRES

'Historias de película'

Todos los Oscar que no ganó John Wayne, un mito de Hollywood a pesar de la Academia

John Wayne fue durante años el gran héroe de América. Protagonista de los grandes clásicos del Oeste, el actor es un icono inseparable de la historia del cine. Sus interpretaciones contaron con el favor del público, pero nunca de la Academia de Hollywood, que solo le entregó un Oscar en 1969.

Desde aquel momento en el que Ringo Kidd detuvo La diligencia, John Wayne se convirtió en una estrella. Su tocayo John Ford vio madera en aquel chico que se dejaba ver en wésterns mudos y lo convirtió en el pilar sobre el que construir sus epopeyas. Actor y director elevaron las películas de vaqueros a la categoría de obras maestras y le dieron un tono heroico a la historia naciente de Estados Unidos.

Escena de 'La diligencia'

De la colaboración entre ambos surgen títulos imprescindibles y actuaciones memorables. En 1949, La legión invencible muestra a un John Wayne envejecido para meterse en el papel de un capitán de caballería preparado para pasar al retiro. Una interpretación celebrada por la crítica que no tuvo su reflejo en la Academia, que ese año nominaba por primera vez al actor por su protagonismo en Arenas sangrientas, cinta que relata la toma de Iwo Jima en una Segunda Guerra Mundial que acababa de terminar.

Wayne no ganó el Oscar en aquella ocasión y tuvo que esperar 19 años para volver a estar entre los candidatos a llevarse la estatuilla. En todo ese tiempo dio vida a personajes de todo tipo en películas que triunfaron en taquilla y hoy son consideradas clásicos del cine.

En 1952 John Ford ganaba su cuarto Oscar al mejor director por El hombre tranquilo. Los campos irlandeses son el escenario de una cinta en la que un atormentado John Wayne conquista a Maureen O'Hara y protagoniza uno de esos grandes besos de la historia del séptimo arte. No estuvo nominado en aquella ocasión.

John Wayne y Maureen O'Hara en 'El hombre tranquilo'

Quizá más extraña es la ausencia de nominación por la magistral interpretación de Ethan Edwards en Centauros del desierto. La que es una de las mejores películas de la historia del cine no tuvo una buena recepción por parte de la Academia de Hollywood y no estuvo entre los títulos que compitieron por la preciada estatuilla dorada aquel 1957. Un John Wayne en plena madurez se transfigura en capitán Ahab a caballo en busca de su sobrina raptada por los comanches. En una escena memorable, una sola mirada del actor sirve para condensar todo el odio que arrastra su personaje.

Le llegaría a John Wayne una segunda nominación en 1961, pero no por su labor como actor, sino como productor de El Álamo, que optaba al galardón como mejor película. Tampoco tuvo suerte detrás de las cámaras y el Oscar fue para El apartamento de Billy Wilder.

Finalmente, el momento llegó en la gala de 1970. Un año antes se estrenaba Valor de ley, wéstern basado en una novela de Charles Portis y protagonizada por una niña que contrata los servicios de un ajado tirador famoso por su rapidez a la hora de disparar a sus objetivos. John Wayne logró la nominación y conquistó su Oscar a mejor actor. «Si lo llego a saber me hubiera puesto el parche mucho antes», comentó al recoger el premio en referencia al atuendo que mostraba en la cinta. Reconocido por su faceta de `tipo duro', El Duque no pudo evitar las lágrimas al subir al escenario.

John Wayne recibió el Oscar de manos de Barbra StreisandGTRES

El Oscar a John Wayne servía como homenaje a toda una trayectoria cuando el actor ya contaba con 63 años. Ese reconocimiento no se vio refrendado con un Oscar honorífico que sí obtuvieron otros gigantes de la gran pantalla como James Stewart, Henry Fonda o Cary Grant. El último ninguneo de la Academia a un hombre que hizo que niños de todo el mundo quisiesen caminar como él.