Poco importa que Sylvester Stallone tenga 76 años cuando, como en su caso en Samaritan, es un superhéroe. Uno muy particular, que se resiste a utilizar sus poderes, pero superhéroe al fin y al cabo. Todos creen que Samaritan murió 20 años atrás en un incendio. Todos menos Sam, un chico que tiene la corazonada de que el señor Smith, su extraño vecino, no es realmente quien dice ser y sí alguien muy especial capaz de salvar a la ciudad.