‘Pasapalabra’
Una ex concursante de ‘Saber y ganar’ deja a Orestes al borde del adiós en ‘Pasapalabra’
El burgalés respondió con acierto a cinco preguntas con la presión de saber que si fallaba se iría del concurso en el que lleva desde el pasado octubre
Tras 227 programas, el burgalés Orestes Barbero ha estado a punto de abandonar el concurso más seguido de la tele, Pasapalabra. Sufrió como nunca en la llamada «Silla Azul», en la que los participantes han de responder a las preguntas cuyas respuestas empiezan por una determinada letra en un máximo de cinco segundos, prueba eliminatoria en la que solo se tolera un fallo. Él lo cometió pronto y la silla resultó un auténtico potro de tortura.
Su rival fue Jimena, quien fue presentada como madrileña y «doctorada en Filología». Abrió el fuego Orestes, quien acertó las tres primeras, al igual que se contrincante. A la cuarta llegó el error. «Ruido producido por gente que grita, se ríe o habla estridentemente», preguntó Roberto Leal. «Alarido», respondió muy convencido el burgalés. Cuando el presentador le señaló su error, rectificó enseguida: «¡Algarabía!». En efecto, esa era la respuesta correcta.
Máxima tensión
A partir de ese momento, sabía que un fallo más suponía su eliminación. Jimena metió aún más presión, pues acertó las tres siguientes, y no fue hasta la séptima pregunta cuando falló por primera vez. «Arar o labrar la tierra por primera vez para ponerla en cultivo», planteó Leal. «No sé», admitió ella. Era «roturar». Sí atinó con la siguiente y fue en la novena cuando volvió a errar. «Prenda de bebé de vestir de una pieza que deja las piernas descubiertas», fue la pregunta. Lo correcto era «ranita», pero Jimena no llegó a contestar.
«¡Qué bien jugado!», reaccionó Orestes admirado antes de despedir a su rival. «Estoy dando las gracias al cielo por no haberme tocado con Jimena, que venía pegando bocados. Es la primera vez que veo fallar a Orestes en una ‘Silla Azul’. Eso es histórico para mí», analizó Rafa Castaño. Ya sentado, el burgalés admitió haber cometido un «desliz», que después suplió con «concentración máxima». Quizá se confío porque llevaba «muchísimas sillas sin fallar ninguna», y eso que conocía las virtudes de su rival, que, según indicó, participó en su día en el concurso Saber y ganar.
Mañana, de nuevo
Mañana jueves volverá a sufrir esa prueba eliminatoria. No le bastó con acertar 23 respuestas en «El Rosco», con un solo fallo. Cerró su turno y dejó a Rafa solo ante el peligro. El andaluz arrancó con doce aciertos y ningún falló, acertó once más sin error alguna y se impuso en el duelo particular. Estaba claro: no era el día de Orestes.