Cine
`Extraña forma de vida´, el western que une a Ethan Hawke y Almodóvar
El actor estadounidense ha estado rodando en España junto al director y Pedro Pascal, con quien protagoniza la película
Menos de 24 horas después de finalizar el rodaje en Almería de su western con Pedro Almodóvar, Ethan Hawke se dio un baño de multitudes anoche en el cine Doré de Madrid, donde acudió a presentar su cuarto largometraje como director, Blaze (2018), sobre el músico country-folk Blaze Foley, que quiso ser leyenda y acabó en artista maldito.
«Yo no quiero ser recordado, quiero ser olvidado... todos luchamos con la idea de vernos en tercera persona, pero la verdadera meta es la inmersión completa en el momento en el que vives», dijo Hawke en el coloquio posterior a la proyección en el Cine Doré, lleno a rebosar y con Pedro Almodóvar entre los asistentes.
Las entradas por internet para el evento se agotaron en menos de diez minutos y decenas de admiradores hicieron guardia en la puerta para conseguir un autógrafo o una foto del actor de El club de los poetas muertos o la trilogía del amor de Richard Linklater.
El rodaje de Extraña forma de vida, un western de 30 minutos que protagonizan Hawke y el chileno Pedro Pascal, acabó a la una de la madrugada del domingo, según contó el propio Almodóvar después de que el actor texano desvelara que se encontraba sentado al fondo de la sala.
«Estoy muy contento con la película», dijo el director manchego, «orgulloso» de haber trabajado con Hawke en condiciones «difíciles» debido entre otras cosas a las altas temperaturas veraniegas en Almería.
«Una película funciona cuando todo el equipo se enamora de la misma idea y los grandes como Almodóvar lo consiguen», replicó desde el escenario Hawke, que en los últimos años desarrolla en paralelo su carrera como actor y, más sigilosamente, como director.
En el pasado Festival de Cannes estrenó una nueva serie documental dirigida por él sobre Paul Newman y Joanne Woodward mientras que como intérprete tiene varios proyectos en desarrollo, desde la secuela de Puñales por la espalda a un filme de Rodrigo García, Raymond and Ray, junto a Ewan McGregor.
«Los grandes directores solo han estado en su propio set de rodaje, mientras que yo, como actor, he estado en muchos, lo que te permite robar de mucha gente», dijo en un acto presentado por el director adjunto de Filmoteca Española, Carlos Reviriego.
«Desde muy joven he tenido muchos maestros, he visto que no hay una manera de hacer una película sino muchas y he podido entender lo que funciona a cada uno y por qué», agregó. Entre todos esos maestros destaca Richard Linklater, texano como él. «Es mi mejor amigo, hemos crecido juntos, hemos hecho nueve películas y una de ellas nos llevó 12 años», mencionó en alusión a Boyhood (2014).
Hawke ha contado que fue Linklater la primera persona a la que llamó cuando decidió hacer «Blaze», un filme independiente y de bajo presupuesto, financiado en gran parte por el propio actor. «El consejo que me dio fue: 'piensa que tienes 19 años' (...), ten la humildad de un estudiante,' y fue el mejor consejo que pudo darme, porque el folk no es nada pretencioso, dicen que una canción folk son tres acordes y una verdad, y encajaba con eso».
Los actores que hacen de músicos en el filme y en particular Ben Dickie como Foley y Charlie Sexton como Townes Van Zandt son músicos reales, algo que estaba en el corazón del proyecto desde el inicio, según ha desvelado Hawke. Dickey es amigo suyo y hace años en una Nochevieja en su casa se echó a llorar porque después de varias décadas de carrera no había conseguido triunfar y no se sentía «un verdadero músico». A Hawke le vino a la mente el caso de Blaze Foley, a quien ambos admiraban pero que fue víctima de la autodestrucción.
«Empezó a tocar Clay Pigeons y entonces tuve esa idea por primera vez –la de que Dickey hiciera de Foley en una película–, y enseguida me di cuenta de que tenía que hacerla yo, así que le propuse tomar unas clases de interpretación, él me dijo que por supuesto pero pensaba que bromeaba», rememoró.
La historia de Foley tiene algo en común con la de Chet Baker, a quien Hawke dio vida en el filme Born to be blue (2015). «Ya entonces aprendí que hay artistas que dan lo mejor de sí en su música, pero no son precisamente geniales en sus vidas», recordó.