En el nombre de Rocío
Rocío Carrasco tira de los pelos a Raquel Mosquera
La hija del boxeador y la tonadillera desmonta las «mentiras» de la segunda mujer de su padre en el tercer episodio del docudrama
«La vida nos ha pasado por encima, a ti y a mí», empezó diciendo Sandra Barneda a Rocío Carrasco. «No solo nos queremos, sino que también tenemos que hablar de muchas cosas», añadió la presentadora, manifestando su total parcialidad desde el minuto uno.
La protagonista lucía un espectacular cinturón que perteneció a su madre. «Es como el paso de ave fénix a águila», explicó sobre el motivo de la prenda. Y esto dio pie a una honda reflexión: «Hoy por hoy me siento más águila, porque me siento más fuerte, porque me siento más entera, porque me siento mejor, porque me siento con más ímpetu, porque soy más águila».
Para empezar, un zasca
Antes de emitir el tercer episodio –los otros dos los vimos meses atrás–, hubo una pequeña introducción con la hija de Pedro Carrasco presente en el plató. Se vivió un momento de tensión cuando Lydia Lozano le preguntó si la peluquera Raquel Mosquera, siguiente esposa de su padre, le había estado mintiendo todos estos años. Respondió que sí. La colaboradora de Sálvame reaccionó diciendo que en unas horas la llamaría para que le diese explicaciones. «A mí no me llamaste cuando te mintió», respondió Rocío, tajante. Lozano, que tiene tablas, reaccionó diciendo que ella, que cenó y viajó muchas veces con Pedro y Raquel, siempre se creyó esa «historia de amor».
Los dos matrimonios del padre
La noche empezó con un cinturón, el de Rocío, y en el arranque del tercer capítulo se habló de otro, el que acreditó a Pedro Carrasco como campeón del mundo. Se lo pidió a Raquel Mosquera tras la muerte del boxeador en 2001. O ese o la réplica. Nunca se lo ha dado.
«Ella era feliz», resumió sobre el matrimonio entre su madre y su padre. «Yo recuerdo un hogar feliz, el de La Moraleja, cuando estaba mi padre», añadió. Después ya no.
Después Pedro Carrasco empezó a salir con Raquel Mosquera, que fue la coprotagonista de la noche. «Yo no quiero de hablar de esa señora», dijeron el hermano del boxeador, Antonio, y su mujer, Maribel.
La enfermedad mental de Mosquera
La que sí habló de la viuda de su padre –vaya si habló– fue la protagonista del docudrama. Se reprodujeron unas declaraciones de Raquel Mosquera en las que decía que Antonio David preocupó desde el primer momento a Pedro Carrasco, quien temía que saliese rana para su hija. Después, la peluquera ha cambiado esa versión. ¿Por qué? «Porque no tiene escrúpulos, porque no tiene ningún tipo de sentimiento hacia esa persona que fue su marido, porque si los tuviera no habría hecho conmigo lo que ha hecho», denunció Rocío. «Yo no sé si será provocado por su situación, lo cual yo respeto, pero conmigo no ha tenido ningún tipo de respeto hacia mi persona» añadió. «¿Te refieres a su enfermedad mental?», preguntó la voz en off. «Sí. Ella ya tenía… Yo ya veía cosillas que no me cuadraba, pero yo era una niña y no podía diagnosticar nada», se extendió. Mosquera sufre trastorno de bipolaridad. Según Rocío, lo padece desde niña, detalle que los participantes en el debate consideraron novedoso.
En sus memorias, Raquel escribió –bueno, le escribieron– que Rocío Carrasco intentó convencer a su padre en varias ocasiones para que volviese con su madre. La respuesta de la aludida fue tajante: «Mentirosa». Fue, seguramente, la palabra que más repitió durante toda la noche. «No es que haya contado mentiras, es que no ha contado una verdad», dijo en un determinado momento.
Relación rota con su padre y muerte
Rocío Carrasco desveló que su padre y Raquel tenían problemas de pareja en los últimos tiempos. «No sé se arrepintió de haberse casado, o se arrepintió de haberla conocido. No sé con cuál de las dos opciones me quedaría, pero sí estaba arrepentido».
Cuando fallece el boxeador, «ella se porta de una manera muy zafia». Acude a programas del corazón, e incluso se sienta sonriente junto a Antonio David. «Ella tiene un interés, ella tiene que seguir abonando ese interés, porque si no sabe que mediáticamente está muerta, porque no es nada ni nadie. Y ella coge y se pone del lado del ‘ser’ [Antonio David]».
'El Ser' y Fidel
Antonio David, inevitablemente, también apareció en escena. «Mintió en nombre de Pedro Carrasco», denunció Rocío. Se refería a cuando declaró que el boxeador nunca desaprobó la relación que él tuvo con su hija. También dijo en su día que no deseaba que Rocío se casase con un miembro de la Guardia Civil. «No quería que me casara con Satanás, no con un guardia civil».
Carrasco no se portó bien en su día con Fidel y Rocío dejó de hablarle por ello durante un año. «Pocos días antes de que él muriese» tuvieron una reunión en la que se dijeron las cosas claras. «Mi padre salió pidiéndole disculpas a Fidel, por si había actuado de mala fe con él. Y dijo que al final tendría que pisar por el suelo que él pisara». Así acabó aquel encuentro: «Mi padre llorando, yo llorando».
«Tontita y corta eres tú»
Llorando acabó Rocío Carrasco el tercer episodio, llorando de emoción porque cree que sus progenitores estarían orgullosos de ella: «Tanto mi padre como mi madre estarían conmigo en estos momentos».
Este capítulo ya se emitió tiempo atrás en la plataforma de pago de Telecinco. Mosquera lo vio entonces y escribió en sus redes sociales que Rocío la había acusado de haber ejercido la prostitución en Alemania. «Tontita», «corta», «mala persona» o «payasa» llamó por ello a la hija de Carrasco. Pero nada de eso se dice en el docudrama. «Tonta y cortita eres tú», esperó Rocío mirando a cámara, como mirando a Raquel.