Paul Thomas Anderson, uno de los mejores directores contemporáneos (Magnolia, Pozos de ambición, El hilo invisible), nos lleva a la California de 1973, al valle de San Fernando, para contar la historia de encuentro (y desencuentro) de Alana (Alana Haim), una joven de 25 años, y Gary (Cooper Hoffman, hijo del malogrado Philip Seymour Hoffman), un chico de 15. Licorice Pizza obtuvo tres nominaciones a los Oscar, las tres con el concurso de Paul Thomas Anderson y las tres sin premio: mejor película, dirección y guion original. Igual que el responsable de nuestra siguiente recomendación, solo que en su caso sí se llevó un Oscar en la última edición…