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Carlos Alcaraz, esta noche en 'El Hormiguero'Antena 3

‘El Hormiguero’

Alcaraz desvela la película motivadora que vio antes de ganar el US Open

El número 1 del mundo aún no tiene el trofeo en su poder

Como «el rey Carlos I» fue recibido por las hormigas de Pablo Motos. «Aún no me lo creo. No me he parado a pensar que soy número 1 y he ganado el US Open. Después de lo de Nueva York, he venido a jugar la Davis y no he tenido tiempo de parar, de asimilar todo lo que he vivido. Va a costar unas semanas, unos días, seguro», pronosticó Carlos Alcaraz.

No se obsesiona con el número 1: «Es muy difícil llegar, pero te diría que es muchísimo más difícil mantenerse. Hay muchísimos jugadores por detrás que están peleando por lo mismo que estás peleando tú. Si me lo quiten, seguiré luchando para volver».

Recordó cómo celebró el logro, con una cena en un restaurante peruano de Nueva York. «Obviamente, tocaba pagar a familia, amigos y equipo». Ha ganado una buena suma, así que se lo puede permitir. También un coche. En su anterior visita a El Hormiguero, contó que estaba negociando con su padre para que le comprase uno. La situación ha cambiado: «Tengo un coche BMW que estoy encantadísimo». Motos le preguntó quién manda más, si su padre o su manager: «Mi padre, pero es imposible que uno diga una cosa y el otro, otra».

Tras el triunfo y la cena, la cama: «Me costó dormirme un poquito, pero dormí como un bebé». A la mañana siguiente se hizo la tradicional foto en Times Square con la copa. Por cierto, no se la traído: «Estoy deseando que me llegue a casa, para poder abrazarla otra vez».

Repasó el torneo, y recordó su duro partido contra el italiano Sinner. En un momento dado, tras superar una bola de partido en contra, se le oyó decir una frase motivadora. Pero no se acabó de entender bien. La aclaró ante Motos: «Estoy hecho un toro». «Te transmites confianza a ti mismo, buena ´vibra’», explicó. «Una de las cosas que más me ha dicho la psicóloga es que esté en armonía con uno mismo. Sobre todo en los partidos tienes que fluir, tienes que estar en sintonía con tu cuerpo, buscar tu golpe. Eso es lo que más me repite».

Antes de la final, estaba nervioso, raro en él. La última noche antes de jugarse el título vio la película 300. «Dormía con mi hermano, y él no lo había visto, y se la puso. Y dije: ‘Voy a ver también un ratito y que me sirva de motivación para el día siguiente’». No es su película favorita, prefiere las de Rocky Balboa.