‘Pasapalabra’
El gran regalo de Orestes a Rafa en ‘Pasapalabra’
El burgalés tenía ganada la partida y no tenía posibilidad de bote, pero decidió salvar a su rival de la «silla azul»
El burgalés Orestes Barbero sigue dando muestras de su bondad en Pasapalabra. Anoche regaló un empate al sevillano Rafa Castaño. Esta vez, al contrario que otras, la igualada no llegó porque asumió riesgos en busca de una victoria. Ya tenía el triunfo asegurado, pero siguió jugando igual en busca… de nada. Porque el bote no era ya posible.
El andaluz se plantó con 22 aciertos y dos fallos: se dejó una sin responder por no ensuciar aún más su casillero, pues no tenía ni la menor idea. En ese mismo momento, Orestes contaba con el mismo número de respuestas correctas, pero en su casillero solo había un error y 37 segundos por delante. Todos dimos por hecho el triunfo del burgalés. Con dejar correr ese tiempo, el triunfo era para él.
Pero tomó una decisión sorprendente, que explicó así: «Venga, voy a jugar. Voy a tirar una de las dos, y, si fallo, pues empatamos y ya está. Porque al final Rafa ha jugado muy bien y ha sido una tontería la que le ha llevado a fallar… No vamos a dejar de jugar y que sea lo más justo posible».
A Orestes le tocaba descifrar la letra «ese». Era una pregunta tremendamente complicada, de las que los concursantes denominan cerrojos. Preguntó Roberto Leal el nombre de la editorial japonesa fundada en 1970 que publica la revista Shonen Jump. El burgalés respondió «Sone». Lo correcto era «Shūeisha».
De este modo, el burgalés regaló un empate, y 600 euros, a su rival, que en el programa de hoy evitará la siempre tortuosa «silla azul».
El sevillano ha reaccionado con un mensaje en sus redes sociales.