Chenoa revela quién le ha ayudado más en su cambio físico «progresivo»

Pablo Motos, siempre atento a la condición física de sus invitados, elogió a Chenoa: «Estás súper fit».

«Ahora no tengo ascensor, y subo por las escaleras para hacer ejercicio», empezó diciendo la cantante que se dio a conocer en la primera edición de Operación Triunfo, en 2001. «He hecho un cambio. He hecho un cambio muy progresivo de dos años para acá, no a lo bruto. He hecho un cambio de muchas cosas. También tengo un marido médico, que eso ayuda», detalló.

En ese momento, pusieron tras la pantalla una portada de revista en la que se le veía abrazada a su marido. «¡Qué guapo es!», exclamó. Recordó que lo conoció en una cena de amigos. Primero, antes de verlo, lo escuchó hablar: «Me encantó la voz». Y cuando lo tuvo delante, flechazo: «Perdonaaaa», se dijo para sí misma. Se lo habían colocado enfrente en la mesa. Pero ella cambió la tarjetita de sitio para que se sentase a su lado. Va al grano. «Me da pereza la gestión de ligar», admitió. «Le dije que me llevase a casa porque vivía cerca». Y lo llevó. Pero de ahí no pasó la cosa esa noche. Lo del beso «tardó». Ahora están casados.

Se le vio feliz a Chenoa. La vida familiar le va bien. En lo laboral, también, incluso más allá de la música. Habló mucho de su programa de radio, en Europa FM, Tómatelo menos en serio. De hecho, esa fue la percha para su visita a El Hormiguero. «Es un proyecto muy chulo que me hace muchísima ilusión. Es como si volviera a estudiar, a aprender. Tengo un equipo que me trata muy bien, que me quieren mucho, me guían bien. A las ocho está por YouTube, y por la noche lo tenemos a la una de la mañana, que nos da un poquito de licencia para decir tacos. Es que yo, cuando me pongo intensa, digo tacos». Es una «charla de bar» en la que ella se está formando como comunicadora, para lo que toma recortes de los mejores: «Te estoy mirando, estoy aprendiendo. Algo cojo», le dijo a Motos.