Bruno Gagliasso, protagonista de la serie 'Santo': «Me gusta lo que es imposible»

En los seis episodios de Santo, la serie española de Netflix protagonizada por Bruno Gagliasso, Raúl Arévalo y Greta Fernández cuya trama viaja de Brasil a Madrid –y del presente al pasado–, no hay margen para la sonrisa. No puede haberla cuando un sanguinario narcotraficante como Santo, del que nadie conoce su aspecto, siembra a su paso un reguero de terror y muerte.

Al igual que Cardona, el agente que interpreta con brillantez en Santo, la estrella brasileña Bruno Gagliasso se encuentra estos días en Madrid, la ciudad donde residió durante ocho meses para trabajar en este thriller sin concesiones. En su encuentro con El Debate, en una luminosa tarde otoñal del mismo Madrid donde llegaba a recorrer hasta 21 kilómetros a pie, la sonrisa –en ocasiones, también la risa– acompaña cada respuesta de Bruno Gagliasso. Así será desde el principio de la charla y esa amplia sonrisa solo se esfumará, apenas por un instante antes de recuperarla, al hablar de los recientes ataques de los grupos activistas ecologistas a los museos.

–Empieza la entrevista sonriendo… No hay una sola sonrisa de Cardona, su personaje en Santo, ni en general en la serie. Con un carácter extrovertido como el suyo, ¿cómo llevó esa parte de su trabajo?

–Amigo, me gusta. Me gustan los desafíos. Me gusta lo que es imposible, lo que es complicado. Yo soy completamente diferente de Cardona como soy completamente diferente de mi personaje en una película que hice que se llama Marighella. Voy detrás de cosas que son distintas, pero siempre procuro poner algo que tengo dentro de mí, porque creo que para ser real, lo más próximo de la realidad, necesito tener todo dentro de mí. Entonces mi preparación es muy intensa. Muy intensa.

–Tanto que perdió 16 kilos en el rodaje de Santo…

–Sí, exactamente 16 kilos. Porque mi personaje estaba en un sitio que no salía, no comía… Entonces tenía que adelgazar. Adelgacé 16 kilos. Pero ya están de vuelta.

–¿Cuesta mucho quitarse de encima un personaje como Cardona en una serie tan dura como Santo?

–Siempre, porque no veo la posibilidad de separar. Bruno no es aquí una cosa y en el set es otra. No, porque es muy intenso, muy profundo. Entonces soy el personaje también mismo, que hacer tan distante de mí como persona. Soy yo también, entonces tengo sentimientos. Porque siento, miro, veo como él. Entonces tengo dificultad. Hice un personaje que es esquizofrénico, que me quedé y después cerca de seis meses, un año con tics también y personaje, porque hacía tanto, tanto, tanto que fue muy difícil salir.

–¿Cómo definiría una serie como Santo para quien aún no la haya visto en Netflix?

–Es un rompecabezas con mucha acción, mucho suspense, mucho terror también porque hablamos de las cosas macabras, de cosas muy peligrosas y que acontecen. En un submundo, pero acontecen.

–La serie habla también del miedo a lo desconocido con ese personaje de Santo al que en teoría nadie ha visto la cara…

–Claro. No es una serie para cardíacos. Es una serie para quien tenga un buen corazón.

–¿Cuál era su principal miedo a la hora de enfrentarse a su personaje?

–Los asesinatos, la intensidad. Los miedos normales de personas comunes pero que tengo que enfrentar para hacerlo bien y me gusta eso.

–¿Qué referencias tenía, tanto del cine como de las series, para para preparar su personaje y en general la serie? Hay elementos que recuerdan a Sicario, la película de Denis Villeneuve, y sobre todo a Seven.

–Sí, Seven también. Me encanta el cine, pero no he visto ninguna película para hacer Santo. He visto muchas películas que me llevan a Santo, como Seven, y también una serie como True Detective, que también es muy próxima a Santo. Esas dos son una película y una serie que me llaman la atención.

–En el segundo episodio de Santo, su personaje muestra un aspecto muy desmejorado…

–Ahí es donde estaba con 16 kilos menos para hacer esa secuencia.

–Normalmente a uno lo maquillan para ponerlo guapo. En su caso, es justo al revés: tuvieron que dedicar tiempo a ponerle feo. ¿Cuántas horas de maquillaje duró la sesión?

–(Risas). Como estaba muy delgado, lo que hicimos fueron las orejas y también la barba. Mi barba estaba muy grande pero no tanto, así que la aumentamos. También hicimos los ojos rojos.

–La serie presenta también dos complejidades. Por un lado, grabar entre España y Brasil y, por otro, los saltos en el tiempo de la trama…

–Sí, es muy complicado. El tiempo para delante, luego vuelta… Es una locura. La serie, a pesar de rodar en Brasil no es una coproducción. Es una producción española. Me ha encantado trabajar aquí. Me quedé muy, muy contento porque hice amistad, conocí personas maravillosas, un equipo de producción maravillosa, actores increíbles…

–Hábleme de Raúl Arévalo. ¿Cómo fue rodar con él?

Sí, rodamos poco juntos porque teníamos cuatro encuentros en el set, pero fuera de escena nos encontramos, nos reímos. Raúl es muy hiperactivo, como yo. Te ríes mucho con él. Y Greta (Fernández) también es una chica maravillosa, una gran actriz.

–Una de las pocas risas que uno se puede echar en la serie es con la peculiar forma de correr de Raúl Arévalo...

–Jaja, Raúl corre… (risas). Maravilloso.

–¿Desde el principio ya era consciente de quién era Santo?

–Sí, yo lo sabía y era muy importante saberlo para la conducción de la trama. Escucho que muchas personas no tienen idea de quién era Santo y otras que lo descubren muy rápido. Mi mujer no lo descubrió.

–¿Habrá segunda temporada de Santo?

–Amigo, no tengo idea. Es muy complicado hacer la segunda temporada porque depende mucho de los números. No tengo idea. Pero volveré para lanzar otra serie que se llama Marea Negra. Me quedo en febrero en Madrid. Es maravilloso porque Madrid me encanta.

–El otro día presenció el partido del Atlético de Madrid contra el Espanyol…

–Sí, y también un partido del Real Madrid.

–¿Se pasa tan mal en un partido del Atlético como en una serie como Santo?

–(Risas) Fue un buen partido. Soy un apasionado del fútbol, siempre me emociono, y el Atlético siempre me invita y voy con mucho placer porque me encanta el fútbol. El partido terminó 1-1.

–En el Mundial, ¿a quién ve más favorito: a Brasil o España?

–Brasil. Pero España está muy bien también. Sería un gran partido un Brasil-España. Pero si Brasil cae eliminado, entonces voy con España.

–Como representante de la cultura, ¿qué opina de los ataques a los museos?

–Soy un representante de la cultura y también de la naturaleza. Entonces creo que podemos encontrar maneras de llamar la atención, pero no me gusta que se ataque la cultura. Creo que podemos caminar juntos y pensar, porque ambas son muy importantes para historia, para el crecimiento de nosotros. Entonces tenemos que llamar la atención para la naturaleza pero de una manera que no perjudique a la cultura. No me gustan los ataques.

–¿Cuáles son sus cinco series favoritas?

–True Detective, una serie que es muy buena una serie que crees es muy buena. También una serie que hice titulada Dupla identidade (Ojos sin culpa –Atresplayer– es su título en España). Santo, por supuesto. Otra serie española que es La casa de papel. Y Dark. Me encanta. También he visto muchas series nórdicas, me gustan.

–¿Y sus cinco películas preferidas?

–Ciudad de Dios, de Fernando Meirelles. Todo sobre mi madre, ya sabemos de quién, Almodóvar. Marighella, que es una película que todos tenemos que mirar para conocer un poco de Brasil. Una que fue hecha en Malaui, donde mis dos hijos nacieron, que se llama El niño que domó el invento. Y Muerte en Venecia, de Visconti. Es muy importante para mí.