Fundado en 1910

Rafa llegó a Pasapalabra hace seis mesesAntena 3

Pasapalabra

Medio año triunfal de Rafa Castaño en 'Pasapalabra': ¿cuál es el secreto de su éxito?

El sevillano gana de largo su duelo con Orestes Barbero

Con una victoria celebró este jueves el sevillano Rafa Castaño su medio año en Pasapalabra. Fue el 1 de junio del presente año cuando llegó al plató donde manda Roberto Leal. Ese día se acabó la buena vida para el burgalés Orestes Barbero, que llevaba varias semanas –desde la marcha de Jaime Conde– de lo más relajado. Se repetía así el enfrentamiento que una sentencia judicial había interrumpido en Telecinco. Y, medio año después, el duelo sigue en todo lo alto, un mano a mano que tiene por ahora un claro vencedor.

Rafa se ha enfrentado a Orestes en 129 ocasiones. En ese tiempo ha sumado 56 victorias, lo que supone que gana casi la mitad de las partidas (el 43,4 %). Ha empatado con el burgalés 40 veces. Y solo ha cedido en 33 ocasiones (25,5 %), lo que significa que Orestes solo le ha vencido en uno de cada cuatro enfrentamientos.

Ha rozado el bote en siete ocasiones, que son las veces que se ha quedado a una respuesta correcta de llevarse el gran premio. Ya sé sabe en que lo gastaría: «Ayudar a la librería, pagarme el piso y ayudar a mi familia en lo que hiciera falta… E invitar al equipo [de Pasapalabra] a una comida». La librería se llama Caótica, está en la calle José Gestoso de su Sevilla natal y él es uno de los socios trabajadores, junto a otros cinco (tres mujeres y dos hombres), como se indica en la web del establecimiento comercial. Este viernes, jugarán por 1.870.000 euros.

¿Cuál es el secreto del éxito de Rafa? ¿Cómo ha logrado someter a Orestes, un magnífico concursante? Pues con mucho trabajo. Se puede medir incluso cuantitativamente. «Creo que llevo 50.000 o 60.000 palabras» estudiadas, confesó hace unos días a Roberto Leal. «Pero eso es que te las has mirado, no que luego te acuerdes», matizó. Venía a cuento esa reflexión porque en el programa que se emitió el pasado 22 de noviembre no supo decir el nombre de un caudillo íbero del siglo III a.C. pese a que lo había estudiado «siete días antes». De haberlo recordado, se habría llevado el bote.