La semana de la tele
Sé lo que hicisteis en el último 'MasterChef'
La vallisoletana Patricia Conde nos recuerda que la tele es mentira. Ha sido la triunfadora de un programa que no ha ganado
A finales de los 70, muchas familias españolas se reunían en torno a la tele de blanco y negro –el paso al color se dio con la excusa del Mundial 82– para ver el episodio semanal de Starsky y Hutch. Los dos policías resolvían problemas, casi todos los que los delincuentes de Los Ángeles causaban. Formaban un dúo eficiente, una pareja tan llamativa como el Ford Torino rojo que conducían. La audiencia se encariñó con ellos. Los dos actores que los encarnaban se convirtieron en un fenómeno social transversal: empapelaban las carpetas de las adolescentes pero al tiempo encandilaban a las abuelas, que veían aquellos muchachos como los yernos ideales. En una ocasión, en una de esas casas españolas, se estropeó el coche familiar. El taller de confianza justo estaba cerrado ese día. La abuela propuso una solución de urgencia: «Podemos llamar a Televisión Española para que nos den el número de esos dos chicos tan simpáticos». «¡Qué cosas dices, abuela!», le contestaron. No dio el brazo a torcer: «Aunque solo sea por familiaridad, seguro que vienen a echar una mano».
La abuela, que había nacido en la primera década del siglo XX, se creía que todo lo que salía en la tele era verdad. Que ellos la escuchaban cuando ella les hablaba, aunque nunca contestasen. Y que Starsky y Hutch estarían prestos a la llamada de esta fiel seguidora española igual que lo estaban cuando el que lo hacía era un vecino extorsionado.
Esta vieja historia familiar la he recordado porque Patricia Conde ha puesto el dedo en la llaga: «La tele es mentira». Tras tantos años de tele, y al contrario que la abuela, ya lo sabemos. Pero es bueno que, de vez en cuando, alguien nos refresque la memoria. Que nos recuerde que las peleas de Sálvame son tan falsas como las del pressing catch. Que en La isla de las tentaciones van hombres dispuestos a «dejarse llevar» desde el primer día porque saben que la autopista más rápida hacia la fama es cornear a la parienta. Que MasterChef es un reality con pucheros.
El chef Pepe Rodríguez, el más sensible de los tres jurados del programa (suele llorar a la mínima) de La 1, declaró en más de una ocasión que si MasterChef no llega a tener la parte de reality, de salseo, se emitiría a la hora de Arguiñano y no en el prime time. No le falta razón. Porque, ya puestos a contar la verdad, como Patricia Conde, diremos que MasterChef no es un programa de cocina. Por muchas veces que vaya Martín Berasategui a decir «garrote», por mucho que se pase por sus fogones Dabiz Muñoz, no lo es. Es un programa en el que una gente cocina, eso sí. Pero uno no aprende nada de cocina por muchas ediciones que vea. Si quieres aprender a manejarte en los fogones, has de ver a Arguiñano. Porque MasterChef es otra cosa. Un espectáculo con la cocina como excusa. Mejor dicho, un presunto espectáculo, porque los niveles de aburrimiento de alguna gala han estado a la altura de un Ecuador-Qatar.
La prórroga de 'MasterChef'
La programación oficial dice que MasterChef Celebrity acabó el martes. No es cierto. Ha tenido una prórroga que ha estado bastante más entretenida que la edición en sí. El tiempo extra lo ha protagonizado Patricia Conde, que le ha puesto sabooooor a la vida. La vallisoletana ha denunciado lo que todos sospechábamos (que las tramas se manipulan) y algo que ni nos imaginábamos (ha denunciado el consumo de drogas por parte de dos compañeros). Ha abierto las tripas del programa y, si la creemos, apesta a casquería. Si no se corta (las cláusulas de su contrato con el talent podrían obligarle a callar y/o rectificar) y sigue en esa línea, el caso puede tener recorrido y generar el particular Me Too de MasterChef. Gente que ha participado en el programa, como El Sevilla, ya la ha felicitado en público por su valentía. La dirección del programa se ha apresurado a desmontar a la vallisoletana.
Hace justo una semana, aguardábamos la final de MasterChef con el convencimiento de que Patricia Conde sería la ganadora. Porque parecía, de largo, la mejor candidata. Ni siquiera llegó a la final. El trofeo se lo dieron a Lorena Castell. Pero a estas alturas da la impresión de que sí, de que al final la verdadera ganadora ha sido Patricia. Shine Iberia: ella sabe lo qué hicisteis en el último MasterChef Celebrity.