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Joaquín, con el número 17, y Marc Márquez, en el circuito de JerezAntena 3

Joaquín, el novato

La velocidad máxima que alcanzó Joaquín en la moto de Marc Márquez

El motociclista puso al futbolista el reto de llegar a los 200 por hora

Joaquín quiso tomar recortes de Marc Márquez. Y se puso en la piel del piloto: vistió su mono y su casco, y manejó una de sus motos de competición. «No me he dormido de pensar en moto de esas», empezó diciendo el futbolista.

El piloto catalán puso un objetivo al andaluz: «En 200 tiene que picar». «¡En 200! Se me van a salir los ojos», se quejó el internacional español. Y eso es poco. El récord de velocidad en Jerez es de 363 kilómetros por hora. «La impresión es cuando tú te levantas y te pega el aire», detalló el campeón del mundo. «Te he traído unos tapones que me pongo yo», intentó animar Márquez, pero el bético es un amante de las emociones fuertes. «A mí me gustaría escuchar el ruido», pidió.

Joaquín, vestido como Marc MárquezAntena 3

El futbolista estuvo todo el programa en modo Joaquín, excepto cuando le tocó subirse al fin a la moto. Salió bien, pero después el asunto se complicó. «Había asfalto, un trocito de asfalto de escapatoria, y luego la grava. Y se ha ido hasta el trocito de asfalto. Si llega a ir la grava, se cae», informó Márquez. El bético confesó, en efecto, haber sufrido: «En las curvas me he visto fatal. Es que es muy difícil. Me daba miedo hasta meter una marcha más. Me veía la curva que llegaba y digo 'me voy a pasar' y a ver si voy a acabar contra las ruedas que ponen ahí en las curvas. Lo que me faltaba ya…». Pero fue de menos a más. Y hasta acabó disfrutando: «En segunda, cuando le abría gas, la adrenalina era una locura».

Una vez terminada la práctica, los técnicos comprobaron la velocidad máxima alcanzada. No fueron los 200 que pedía Márquez al principio del programa. Pero se quedó cerca: 187. «Yo pensaba que no iba a pasar de 100», confesó el futbolista, que acabó al borde las lágrimas. «Ha sido de las experiencias más bonitas que he podido tener en mi vida. Qué pasada. Te lo juro que estoy hasta un poco emocionado».