«¿Qué 'mirás', bobo?» y otras imágenes sin balón que nos deja el Mundial 2022

Este artículo no va sobre las mejores imágenes futbolísticas del Mundial que acaba hoy. Para eso está la sección de Deportes, y no la de Televisión. Este artículo gira en torno a imágenes icónicas de Qatar 2002 pero sin balón, es decir, tomadas fuera del terreno de juego antes, durante o después de los partidos.

Me explico. El Mundial de 1982 dejó una imagen icónica con balón y otra sin él: la primera fue la de Tardelli cantando su gol en la final; la segunda, el presidente Pertini saltando de felicidad en el palco del Bernabéu tras cada gol de Italia. Por irnos al otro extremo en lo que a nuestra selección respecta, Sudáfrica 2010 ha quedado guardada en el armario de la memoria por el gol de Iniesta (sin balón) y el beso de Iker Casillas y Sara Carbonero (con balón).

Nos quedamos con cinco momentazos más allá del campo de juego. Vamos allá, de menos a más.

El quinto puesto es para el streaming de Luis Enrique en Twitch. El asturiano es un tipo peculiar y lo demostró con esas sesiones a corazón abierto. Nunca un seleccionador se abrió tanto a la afición (y se cerró a la prensa).

El cuarto puesto es para un momento de lo más tierno. El de Lionel Scaloni, seleccionador argentino, yendo a por su hijo a la grada para después sentarlo junto a él en el banquillo, abrazarse y llorar emocionados.

A falta de Manolo el del Bombo, la grada ha tenido como principal atractivo –o al menos así se seduce de su omnipresencia mediática– a Ivana Kroll, esa muchacha embutida en vestidos o tops ajedrezados que ha encendido las tribunas, jeques incluidos. Pasarán los años y no recordaremos el puesto en el que finalizó Croacia, pero sí a su aficionada más osada.

La medalla de plata es para otra escena familiar, esta vez madre e hijo: el marroquí Sofiane Boufal bailando con su madre para celebrar el acceso a la semifinal.

El número uno es, sin ningún tipo de dudas, para Lionel Messi. «¿Qué mirás, bobo? ¿qué mirás, bobo? Andá p'allá, bobo, andá p'allá», le dijo a Wout Weghorst, el bigoleador holandés que, según explicó, sólo quería darle la mano. Hay gente que se ha tatuado la frase, en torno a la que ya circulan merchandising (gorras, camisetas, tazas) y miles de memes.

Ya en el caso concreto de España, y particular del firmante, recordaré Qatar 2022 por ser la edición que contó con el mejor programa resumen mundialista desde que me alcanza la memoria (o sea, 1982). Es el que estoy viendo mientras escribo estas líneas, el liderado por José Sanchis y Axel Torres en Gol Mundial. Es más, habría que remontarse a los grandes tiempos del Canal + para encontrarse un espacio de análisis futbolístico de tantos quilates. Muchas noches, este programa ha estado muy por encima de los partidos que diseccionaba.