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Miguel Ángel Silvestre, este martes en El HormigueroAntena 3

El Hormiguero

La gurú espiritual a la que Miguel Ángel Silvestre consulta qué papeles elige

El actor de Velvet protagoniza la tercera y última temporada de Sky Rojo, que Netflix estrena este viernes

El viernes 13 vuelve a Sky Rojo, del los creadores de La casa de papel. «La serie trata la historia de unas chicas víctimas de trata a las que las encierran. Es una serie con mucha acción en la que ellas intentan escapar del club en el que están trabajando. En el camino de la búsqueda de la libertad se va encontrando con muchos obstáculos», puso en antecedentes uno de sus protagonistas, Miguel Ángel Silvestre.

Netflix estrena ese día la tercera y última temporada: «Esta temporada habla de eso, de la gran venganza y de la justicia divina», añadió el actor español.

Silvestre interpreta a un sicario, Moisés. Él, que es un trozo de pan, como recalcó Motos y corroboró su compañera de reparto y de visita a El Hormiguero, Lali Espósito. «No soy tan bueno», replicó con una sonrisa bonachona. «Mi madre es una mujer muy feliz, y yo he heredado eso de ella. Mi madre hace fiestas de cualquier cosa y yo soy muy disfrutón del cafecito, del solecito, de cualquier cosa así… Disfruto mucho de la vida», acabó admitiendo.

Lali, la voz del Mundial

La que acaba de disfrutar de lo lindo es Espósito. Veinte horas antes de la final del Mundial de Fútbol que enfrentó a Argentina con Francia, recibió una llamada telefónica. «Yo estaba de jarana en Catar. Estaba de paseo, estaba disfrutando el Mundial como una turista más, tenía la voz así [pone un hilo de voz] porque había ido a una fiesta».

Su primera reacción fue negativa: «No puedo». Sus amigos la animaron: «Sos la mujer que vas a cantar el himno en la final de la Copa del Mundo».

Una vez que aceptó, surgió un segundo problema, el vestuario: «Pasé muchos nervios en la previa. Seis de la tarde, corriendo a un shopping para comprar algo que ponerme, porque estaba de chándal por la vida». No encontraba nada: «Lloraba en todos los probadores», recuerda. «Pensé seriamente en cantar desnuda con la bandera argentina». Pero al final algo encontró: «¡Mirá qué bonito vestido me compré!», dijo señalando la pantalla, donde se le veía vestido de negro. Lo logró a las diez de la noche. A las once de la mañana estaba en el ensayo.

El himno que tenían a mano los productores de la gala de la final no se adoptaba a su tono. Pidió a una gente en Argentina que le hiciese una nueva versión «dos tonos arriba». Le pusieron el que ella quería, «y lo pude cantar». También cantó el título.

Fue un gran final de año en el que se cumplió el deseo de toda Argentina. En una Nochevieja, la del 2019, Silvestre pidió un deseo que después se cumplió: entrar en La casa de papel. Ahora tiene otro. Volver a trabajar con Paula Echeverría, con la que protagonizó la serie Velvet: «Yo con Paula fue muy feliz».

La consejera de Silvestre

Fue entonces cuando reveló una historia sorprendente. «Yo no quería hacer Velvet. Esto nunca lo he dicho. Yo al principio no quería hacer Velvet, pero una mujer que es medio espiritual me dijo que sí, que Velvet iba a ser un éxito».

Se llama Yuan Chen, es profesora de Feng Shui al cargo de la Escuela Sólo Corazón. «Las mejores decisiones, las que me dijo ella. Yo tenía que elegir entre Velvet y una serie que era muy bien director, muy buen productor, muy buen guion. Yo le decía: 'Yo quiero hacer esto. Es que no pinto nada haciendo Velvet. Es un género que yo nunca vería'. Me decía: 'Velvet, éxito internacional. Esta [por la otra], muy malas críticas'».

Anteriormente, le había dado un par de consejos que no había tenido en cuenta y había acertado. Así que esta vez sí le hizo caso. «La serie que dije que no hiciese fue el mayor fracaso que tuvo ese director. Los actores tuvieron críticas pésimas y la serie no la vio nadie. Y Velvet la compraron en todos los países del mundo incluido el canal nacional chino». «Ahora siempre que tengo que tomar una decisión se lo pregunto a ella», confesó Silvestre, al tiempo que Lali Espósito le pedía el contacto.

Llegó a rechazar una marca comercial porque así se lo dijo su gurú. «No lo hagas», fue su consejo. Y no lo hizo. Tiempo después quiso comprar una casa. Yuan Chen se lo desaconsejó: «Problema estafa». El actor contrató a un detective privado. Seis meses después se demostró que el propietario había sacado la casa del catastro «y yo iba a comprar pinos, no esa casa». «Tenía razón», remarcó Silvestre.