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Ana Pastor, en el primer programa de El objetivoAntena 3

La semana de la tele

'El Hormiguero' alarga su vida y 'El Objetivo' se extingue

Atresmedia TV prolonga el contrato del programa más visto de la tele

Larga vida a El Hormiguero. Se la ha dado Atresmedia TV, que el viernes comunicó que ha firmado «un acuerdo de larga duración» –no precisaron el tiempo exacto– con 7 y Acción que supone la renovación de dos programas de esta productora, propiedad de Pablo Motos y de Jorge Salvador: El Hormiguero, el más visto de la tele, y El Desafío, que precisamente estrenó el viernes su tercera temporada. El anuncio se produce en la misma semana en que ha trascendido que La Sexta ha decidido cancelar El Objetivo, el programa de Ana Pastor.

Pablo Motos, señalado como machista por un anuncio del Ministerio de Igualdad y zarandeado en redes por el podemismo después de haber rebatido la acusación, continuará siendo el jefe de las hormigas. En su día se planteó dejarlo a la octava temporada, pero la actual ya es la decimoséptima. El espacio nació en la radio, en el 2006 pasó a la tele en Cuatro, donde se mantuvo cinco temporadas antes de dar el salto a Antena 3 en 2011.

En 2011, Ana Pastor estaba en La 1, al frente de Los desayunos de TVE, donde cultivó la entrevista agresiva que la elevó a la fama. Fue ese año precisamente cuando tuvo un tenso choque verbal con María Dolores de Cospedal, entonces número dos del Partido Popular, quien espetó, en vivo y en directo, que «en el ámbito de la información no se ve la imparcialidad que debía tener TVE». En agosto del 2012, Ana Pastor fue destituida de Los desayunos de TVE, y la cadena pública le ofreció un programa semanal que ella rechazó para emprender un nuevo proyecto en otros lares.

Estreno de 'El Objetivo'

En mayo del 2013, Pastor se incorporó a La Sexta. En junio se estrenó El Objetivo. Esto fue lo primero que dijo en antena: «Comenzamos un nuevo programa con una sola obsesión: explicar lo que está pasando y que todo el mundo lo entienda. Buscamos hacerlo sin sesgos, sin opiniones. Nacemos sin ideología. Queremos centrarnos en los hechos y alejarnos del debate político, que a veces genera tanta confusión. El rigor y los datos frente al discurso hueco, las obviedades e incluso las mentiras». Se presentaba como un programa de fact-checking, y de hecho ese primer día hizo tres «pruebas de verificación», una especie de VAR de la verdad, sobre asuntos de actualidad. Uno de los temas que se tocó fueron los ERE de Andalucía, con el objetivo de precisar cuánto era el dinero malversado por el PSOE, según los cálculos de entonces. La cantidad se fijó en 141,5 millones de euros. La primera sentencia de la macrocausa cuantificó tal fraude en 679,4 millones de euros...

Aquella primera temporada de El Objetivo fue la que obtuvo mejor cuota de pantalla: 9,6 %. La mayor en cuanto a espectadores –y la segunda en share– fue la cuarta, entre septiembre de 2014 y junio del 2015: 1.802.000 seguidores de media y un 9,4 %. No por casualidad estos magníficos números coincidieron con una mutación en la política española. Fue en mayo de 2014 cuando Podemos irrumpió al lograr un asombroso resultado en las elecciones europeas: cinco escaños.

En aquella época, uno encendía La Sexta y daba la impresión de que en la redacción de esa cadena tenían una alerta al estilo de las de las neveras. En el caso del electrodoméstico es para que lo cierres; en el de La Sexta era para abrir las puertas al podemismo. Se trataba de detectar si había pasado más de una hora sin un discurso o una opinión de Pablo Iglesias, o alguien de Podemos, sin hablar en la cadena, y, en ese caso, ponerle remedio inmediato. El partido morado se hizo omnipresente en La Sexta, al igual que «Pastor», que es como la llama su marido, Ferreras. A la periodista la vimos, además de en El Objetivo, opinando en Al Rojo Vivo, al frente de especiales (como los del golpe catalán) o dirigiendo el espacio documental ¿Dónde estabas entonces?

Aquellas fueron las vacas gordas. Después llegaron las flacas. El último programa, dedicado íntegramente a homenajear a Ana Orantes, reunió a solo 453.000 espectadores y logró una cuota del 3,8 %. El anterior giró en torno a la sanidad, con especial atención a la madrileña y a la norteamericana, analizada por medio de entrevistas. El espacio había cambiado respecto al principio y ya no había de rastro de verificaciones, aunque las comparativas numéricas seguían siendo un pilar.

El caso es que ya no se volverá a escuchar el famoso estribillo de Pastor: «Estos son los datos, suyas son las conclusiones». Porque lo que ha concluido, debido a sus malos datos de audiencia, es El Objetivo.