'The Last of Us' aspira a convertirse en la serie del año

Tras el estreno del segundo capítulo de The Last of Us, todo el mundo ha podido comprobar lo que la crítica lleva tiempo diciendo: que se trata de la mejor adaptación al cine de un videojuego realizada hasta la fecha. Con continuas referencias al exitoso videojuego de Naughty Doy, la serie protagonizada por Pedro Pascal y Bella Ramsey contiene algunas escenas en las que resulta difícil diferenciar entre el juego exclusivo de PlayStation y la serie de HBO Max.

Los datos de audiencia del episodio estrenado este lunes –así como del primero con una duración de 120 minutos cercana a un largometraje– no han defraudado a la plataforma de streaming. Tanto que ya se podría estar fraguando una segunda temporada.

Las plataformas pasan momentos difíciles en cuanto a nuevos clientes se refiere y todas están desesperadas por dar el pelotazo. Prime Video tiene Los anillos de poder y al fandom de El Señor de los Anillos en el bolsillo; Netflix tiene la franquicia de Stranger Things y productos de consumo rápido que fusila a discreción; Disney+ tiene sus huevos de oro repartidos en distintas cestas como Marvel, el universo de Star Wars o el cine de Pixar en cartelera; Filmin, la plataforma de streaming que más ha crecido en los últimos meses, sigue fiel a su espíritu independiente y eso le reporta grandes beneficios; y HBO –después del éxito de La casa del dragón, muy por debajo del de su predecesora y producto estrella de la plataforma Juego de Tronos– necesitaba un producto que apuntale su defensa en la guerra de plataformas y tiene muchas esperanzas depositadas en The Last of Us.

La actriz protagonista Bella Ramsey –que interpreta a Ellie, una joven adolescente que podría ser la clave para salvar a la humanidad de la extinción– abrió la ventana a una nueva entrega de The Last of Us: «Si la gente sigue viéndola, creo muy probable que haya una segunda temporada. Depende de los chicos de HBO. Todavía no hay nada confirmado, así que tendremos que esperar y ver», dijo en una entrevista con la BBC. Cabe recordar que el videojuego en el que se basa la serie tiene una segunda entrega y que, por el momento, se desconoce si la trama de la primera temporada seguirá la misma línea argumental que el videojuego.

La serie presenta una premisa ya conocida en el cine: la humanidad vive al borde de la extinción después de que un desastre natural diezmara a la población y convirtiera a parte de los supervivientes en una terrible amenaza para la otra parte. Una historia apocalíptica con la novedad de que, en The Last of Us, no hay virus o bacterias sino hongos: en concreto la especie Cordyceps, que existe en la realidad, es la responsable del desastre mundial que da pie a la serie.

La amenaza que suponen los hongos –las pandemias por virus dejaron de ser ciencia ficción en 2020– se plasma, para insomnio de la audiencia, en el magnífico arranque de la serie. Un debate científico en la televisión de lo que parecen los años 80 sobre amenazas biológicas. Uno de los participantes resta importancia a la amenaza de los virus: «Siempre han existido y el ser humano siempre ha ganado la guerra». Y apunta a la verdadera amenaza: «Los hongos parecen inofensivos pero hay algunas especies que no buscan matar, buscan controlar. ¿De dónde se saca el LSD? Proviene de un hongo. Los virus pueden hacernos enfermar, pero los hongos pueden alterar nuestra mente». El presentador le pregunta sobre qué pasaría si se dieran infecciones fúngicas a gran escala en los humanos: «Que perderíamos la guerra», sentencia el científico.

La delgada línea entre videojuego y cine

En los últimos años, la industria de los videojuegos ha alcanzado cotas muy altas en cuanto a guiones y tramas. Lejos, muy lejos, han quedado los juegos de ping pong o el comecocos. Ahora, equipos de guionistas profesionales (en algunas ocasiones muchos provienen del mundo audiovisual) crean intrincadas historias originales que sumergen al jugador en una historia para que la hagan realidad a golpe de mando. Y el elegido por HBO para su serie no ha sido una excepción. The Last of Us 1 vio la luz en 2013 para PlayStation 3 y es uno de los videojuegos más premiados de la corta historia de la industria, con más de 240 distinciones como 'mejor juego del año'.

La propia Bella Ramsey contó en la misma entrevista a la BBC que, tras entrar a formar parte del elenco de la serie, comenzó a jugar al videojuego sorprendida por su riqueza argumental: «Es genial, me gusta mucho. Creo que participar en la serie puede haberme convertido en una jugadora. Los videojuegos son mucho más ricos de lo que nunca imaginé, siendo una ingenua ignorante que no jugaba», aseguró la actriz, que ya enamoró a los fans de Juego de Tronos con su interpretación de la aguerrida Lyanna Mormont.

La serie ha sido producida por HBO en colaboración Naughty Dog y viene firmada por Craig Mazin y Neil Druckmann. Por mucho que se pretenda, ninguna adaptación puede ser 100 % fiel al producto original. Pero, en el caso de The Last of Us, los propios fans del juego han avalado el buen trabajo detrás de la serie de HBO y sus similitudes con el videojuego de la empresa que desarrolló el clásico Crash Bandicoot. Aunque algunas decisiones de los guionistas no han terminado de gustar, el trabajo de adaptación está recibiendo grandes elogios de público y crítica. No es fácil llevar al cine una historia interactiva en la que cada jugador tiene una experiencia distinta. Pero, la realidad es que la mayoría de personas que se han enganchado, o lo harán, a la serie no han tocado una PlayStation en su vida.