‘Pasapalabra’: ‘Duelo de campeones’
El náufrago del siglo XVIII que convirtió a Pablo Díaz en supercampeón de Pasapalabra
El tinerfeño superó a Sofía Álvarez en la final del Duelo de campeones y logró un premio de 50.000 euros
Se enfrentaban los dos ultimo ganadores del bote de Pasapalabra, el tinerfeño Pablo Díaz y la bilbaína Sofía Álvarez. Era todo un duelo generacional: «Tiene la edad de mi hijo», dijo la segunda del primero.
Al rosco llegaron con una cantidad similar de segundos. Él, 170. Ella, 148.
Pablo arrancó con dos aciertos y un «pasapalabra». Sofía no fue mucho más allá: cuatro respuestas atinadas. Si algo está claro es que a Pablo no se le puede dar oportunidades. Es como esos equipos grandes de fútbol a los que no se le puede perdonar la vida, porque, si lo haces, lo pagas. Siete aciertos logró el tinerfeño en la siguiente tanda hasta colocarse con nueve. Estaba calentando motores. La vasca se colocó después con siete. Exactamente esa cantidad logró sumar el violinista en el siguiente turno, elevando su cuenta hasta 16. Sofía añadió una más a continuación.
Fin de la primera vuelta
Acabó después Pablo la primera vuelta, con 22 aciertos a falta de 53 segundos. La vasca acumulaba por entonces 8 respuestas correctas, y ya se veía contra los cuerdas. Acertó tres hasta llegar a los once, pero falló la «o». Leal preguntó: «Hoja impresa de pequeña tamaño que contiene mensajes de tipo político». Contestó «octavilla», pero era «opúsculo». Un error, de esos que contra Pablo no se pueden conceder.
El violinista epató unos segundos después, cuando adivinó el apellido del náufrago que en 1704 sobrevivió cinco años en una isla desierta, un tal Selkirk. Los invitados y el público no daban crédito. Con ese acierto se supo ganador.
Sofía también lo asumió, pero aún así la bilbaína no se rindió: alcanzó los 22 aciertos, a uno de Pablo. Pero sabía que no iría mucho más allá. Necesitaba acertar dos y que su rival no sumase ninguna más. Dos se sabía, sí, pero justo las dos del tinerfeño.
La bilbaína tiró una más, y falló. En ese momento, Pablo se proclamó ganador y redondeó su obra en Pasapalabra. Es, no hay duda, el GOAT del concurso.