¿Cuántas Blancanieves hay en España además de la madre de Esther Cañadas?

Una entrevista con Esther Cañadas no es algo común. Y menos en la televisión. «Esta es la primera en muchísimo tiempo», contó recién sentada en la silla de Las tres puertas (La 2), frente a María Casado.

Fue una de las primeras supermodelos españolas. Omnipresente en los 90 y en la primera década del presente siglo. Pero en 2009 paró. ¿Por qué? «En general todos vivimos demasiado rápido. Es una profesión que empecé muy joven. Me fui de casa con 15. Lo pienso ahora y es una locura. Los primeros años fueron muy complicados… Eres joven, cuesta mucho, es un esfuerzo muy grande. Tienes un sueño y lo vas luchando, vas llegando y, de repente, superas tus sueños. Y llega a un punto en que no has parado y que hay demasiadas cosas sucediendo, y… En una vida hay muchas vidas, y yo no quería estar solo dentro de esa vida. Esa vida me encanta, soy una afortunada, pero creo que todo tiene un momento y tienes que hacer parones y buscar cosas que te llenen».

La enfermedad

Antes de ese patrón empezó a tener unos síntomas extrañas. Fue el inicio de una enfermedad que la tuvo dos años muy castigada: «Suficiente tenía con no morirme». «Llega un momento en que te levantas y piensas: ‘¿Esta es mi vida? ¿Ir al médico, ir al hospital?’, tener un montón de efectos de todo tipo en tu cuerpo». Tomó «medicación de todo tipo» y llegó a perder la cuenta de médicos a los que fue, aunque citó al «número 56» de lo que se deduce que fueron más de medio centenar. «Me fui a Hong-Kong a hacer medicina china. Me fui a meditar con monjes a Tailandia. Estuve en México haciendo… todo lo que se te ocurra».

¿Fue el estrés el desencadenante? «Es una enfermedad inmunológica. Parte es que tienes el sistema inmunológico demasiado acelerado… Te lo puede disparar un montón de cosas». No llegó a verbalizar el nombre de la enfermedad, pero ya desde hace años se sabe que es una vasculinitis que le obligó a estar cinco años medicándose con cortisona. Según dijo este miércoles en Las tres puertas, es «crónica», pero ahora la tiene controlada.

Cambio de vida

Su vida cambió, pero no sus prioridades, «lo que cambia es el tiempo que tienes para tus prioridades». Tomarse unos churros una tarde de sábado con la familia. Perderse por ahí con los amigos. Sacarse el carné de conducir. Y ser madre. «Me encantan los niños. Tengo una hija, que es como si me hubiese tocado la lotería».

«Yo hubiese tenido 10 hijos», confesó, y fue entonces cuando, quizá por asociación con los enanitos, dijo el nombre de su madre. «Mi madre es una Blancanieves. Es verdad. Yo tuve un pasaporte que ponía hija de Blancanieves, nacida en Albacete, vive en la Quinta Avenida de Nueva York. Era un cuadro». No es un nombre muy habitual. De hecho, en el INE hay registradas un total de 79, todas repartidas entre Madrid y Barcelona. Su edad media es 63,9 años.

Regreso a la moda

Está viviendo en España. Y ha vuelto al mundo de la moda. Ha cambiado. Los modelos, dice, son ahora más diversos, hay más variedad, que cuando ella triunfó por primera vez. Además, «el mundo de la moda es ahora es mucho más abierto; antes eran las modelos, pero ahora son las cantantes, actrices, influencers…».

Para acabar, habló de comida, que es algo por lo que siempre se les pregunta a las modelos. «No me privo de nada, pero lo hago con cabeza. Lo que no hago es comer chocolate con churros todos los días. Lo importante en la vida es el equilibrio».