Doce actores ganadores del Oscar que no fueron la primera opción para interpretar sus papeles

Algunos de los papeles más famosos de la historia del cine fueron el resultado de un arduo proceso, salpicado de desafortunados castings y cambios de última hora.

Pero que un actor no haya sido la primera opción para un papel no significa que no pueda apropiarse de él. Tom Hanks, por ejemplo, no fue el primero en la lista para interpretar al inolvidable Forrest Gump.

A veces, ser la segunda (o tercera o cuarta) alternativa para interpretar a un personaje puede incluso ser el primer paso hacia la senda de los Oscar. Recuperamos a doce actores que se llevaron un premio de la Academia, a pesar de que no daban un duro por ellos.

'Ha nacido una estrella'

El cuarto remake de Ha nacido una estrella, protagonizado por Lady Gaga y Bradley Cooper, estuvo saltando de despacho en despacho durante años hasta que el proyecto finalmente se puso en marcha. Originalmente, se pensó en Beyoncé para ser la protagonista femenina en una versión en la que Clint Eastwood se ponía detrás de la cámara. Al final, ni Eastwood ni Beyoncé. Fue Gaga la que se metió en la piel de Ally Maine, obteniendo una nominación a mejor actriz y ganando el Oscar a la mejor canción original por Shallow.

'Un sueño posible'

La primera en recibir el guion de Un sueño posible, según Los Angeles Times, fue Julia Roberts, pero no debió parecerle interesante la trama. Basada en hechos reales, Un sueño posible recoge la historia de un jugador negro de la NFL con una madre adicta al crack y que es acogido por una familia de blancos.

Sandra Bullock sí aceptó el desafío de llevar a la gran pantalla a Leigh Anne Tuohy (la madre adoptiva del protagonista) y ganó el Oscar a la mejor actriz en 2010.

'Gladiator'

Russell Crowe se convirtió en uno de los actores más solicitados tras su interpretación de Maximus Decimus Meridius en el Gladiator de Ridley Scott. No solo eso: se llevó a casa el Premio de la Academia al mejor actor. Sin embargo, el primer nombre que se barajó fue el de Mel Gibson, quien supuestamente declinó la oferta, preocupado por las intensas escenas de acción y creyéndose demasiado viejo para el papel.

'Forrest Gump'

John Travolta y no Tom Hanks era quien supuestamente iba a protagonizar Forrest Gump, pero justo le contactó Quentin Tarantino, quien estaba macerando una idea que quería llevar al cine. A Travolta le preguntaron durante una entrevista de 2007 si se arrepentía por haber rechazado algún papel: «Si no hice algo que hizo Tom Hanks, entonces hice otra cosa que era igualmente interesante o divertida. […] Pero me siento bien con algunas que dejé porque se crearon otras carreras». Y tanto porque fue Tarantino quien relanzó la carrera de John Travolta al escogerle para ser Vincent Vega en Pulp Fiction. Precisamente, en la edición de los Oscar de 1995, tanto Hanks como Travolta estaban nominados a mejor actor, estatuilla que terminó en manos del primero.

'Monster´s Ball'

Halle Berry se convirtió en 2002 en la primera actriz negra en alcanzar el galardón a la mejor actriz por Monster's Ball. No obstante, los responsables del proyecto pensaron inicialmente en Angela Bassett. Precisamente, la estrella, nominada a mejor actriz en 1993 por su interpretación de Tina Turner en What's Love Got to Do with It, le confesó a Newsweek que le ofrecieron el papel de Monster's Ball, pero que no lo quiso porque no se sentía cómoda con el personaje.

'La La Land'

Resulta complicado imaginar a otra que no sea Emma Stone para dar la réplica a Ryan Gosling en La La Land. No obstante, el director Damien Sayre Chazelle tanteó a otra Emma para ser la protagonista del musical.

Cuando el proyecto estaba aún horneándose, el primer nombre que sonó para ser Mia Dolan fue el de Emma Watson. Más tarde, la propia intérprete explicó que no podía comprometerse con La La Land porque ya había aceptado el papel de Bella en la nueva versión de La Bella y la Bestia.

«Resulta frustrante cuando al principio se asignan nombres a los proyectos como una forma de generar expectación cuando en realidad no hay todavía nada firmado», comentó Watson.

La oportunidad que le dejó Watson a Stone le valió a la segunda el premio a la mejor actriz.

'Manchester by the Sea'

Matt Damon fue productor de Manchester by the Sea de Kenneth Lonergan, pero originalmente se suponía que también iba a protagonizarla.

Otros compromisos obligaron a Damon a dejar el papel y, en su lugar, colocó a Casey Affleck, un viejo amigo suyo. La apuesta valió la pena: Affleck se llevó a casa el Oscar al mejor actor por su trabajo como Lee Chandler.

'Shakespeare in Love'

Como la propia Gwyneth Paltrow explicó a la revista Variety en 2019, Julia Roberts fue durante mucho tiempo el único nombre que sonaba para interpretar a la cándida Viola de Shakespeare in Love. «El proyecto recayó en manos de Miramax, y yo fui la primera a la que se lo ofrecieron», recalca Paltrow. Parece que la oportunidad llegó en un mal momento porque Gwyneth Paltrow pasaba por una «terrible ruptura sentimental» por lo que ni leyó el guion. La tercera intentona fue con Kate Winslet, quien también lo rechazó.

Finalmente, Paltrow le echó un ojo al libreto, se enamoró del personaje y ganó el Oscar.

'El lado bueno de las cosas'

Originalmente, se suponía que Anne Hathaway protagonizaría El lado bueno de las cosas, según los comentarios de Harvey Weinstein, quien era productor de la película. Pero Hathaway dejó el proyecto y Jennifer Lawrence la reemplazó, lo que se tradujo en una estatuilla.

'Lincoln'

Daniel Day-Lewis ganó tres Oscar por su interpretación de Abraham Lincoln en el biopic de Steven Spielberg. Pero según cuenta Liam Neeson, Spielberg también se acercó a él para el dar vida al presidente de Estados Unidos.

Lo cierto es que Lincoln se fue retrasando una y otra vez y Neeson, quien por cierto tiene un gran parecido físico con el mandatario, terminó por desvincularse.

'La fuerza del cariño'

Burt Reynolds no quiso ser Garrett Breedlove en el drama La fuerza del cariño, algo por lo que se tiró de los pelos años después. «Me arrepiento porque era un papel muy real», explicaba en 2016 Reynolds a Business Insider. Un periodo que definió como el de «decisiones estúpidas». En su lugar pusieron a Jack Nicholson, que fue premiado por mejor actor de reparto en 1984 por su trabajo.

'El silencio de los corderos'

El director Jonathan Demme estuvo a nada de elegir a otra actriz que no era Jodie Foster para El silencio de los corderos.

Demme llegó a pensar que Foster, que era fan de la novela de Thomas Harris en la que se basa la película, no iba a resultar creíble como Clarice Starlin.

El guion pasó por las manos de Michelle Pfeiffer, Meg Ryan y Laura Dern, antes de que finalmente convencieran a Demme de elegir a Foster. La elección valió la pena: Foster realizó una actuación icónica y ganó su segundo Oscar.