Ana Obregón revela por qué su marido en 'Ana y los 7' se llamaba Fernando

Empezaron hablando del cáncer. Eres una «campeona», elogió Ana a Julia. La presentadora citó a un poeta catalán: «También se puede vivir en la herida». La bióloga no está de acuerdo: «Te mueres con él y vives por él para hacer lo que a él le gustaría hacer», reflexionó, recordando el fallecimiento de su hijo. «Lloro todos los días. Ayer estaba en la habitación del hotel llorando sola…». Horas después se levantó consciente de que hay que seguir caminando: «Tienes una fuerza que me envía él».

El tema del programa era el amor: «Ahora no me interesa ningún tipo de hombre». En su día, sí. Formó varias parejas mediáticas. Como aquella por la que renunció a su carrera en Estados Unidos, donde iba a rodar una película y una serie si se quedaba: «Me enamoré de Fernando Martín y me vine a España. No me arrepiento de nada por la felicidad que viví con Fernando». Mientras contaba esto, se veía una foto de ella con Steven Spielberg, al que le hizo una paella.

El día de la boda

Los amores de Ana en la ficción también dieron que hablar. Fue la creadora de Ana y los 7, la serie que arrolló a comienzos de siglo en la que interpretaba a una niñera de día y una estríper de noche.

El 30 de mayo del 2005 se acabó tras tres años en antena y 94 capítulos, grabados de lunes a sábado. En el último se produjo el momento que toda la audiencia estaba esperando: la boda entre su personaje y Fernando, el interpretado por Roberto Álvarez. «¿Sabes por qué se llamaba Fernando? Por Fernando Martín. Fue un homenaje», desveló la actriz madrileña. Su madre le pidió asistir al enlace en primera fila: «Ya que nunca te has casado, ¿te importa que vaya?». Le dijo que sí, obviamente. «Me estoy casando, me doy la vuelta y veo a mi madre llorando», contó entre risas la actriz.

El capítulo tuvo una cuota de pantalla del 27 % y fue seguido por siete millones y pico de espectadores. La serie tuvo tanto éxito que se hicieron versiones en Italia, Portugal, Chile y México.