Cine
El Festival de Berlín busca a la sucesora de 'Alcarràs' para ganar el Oso de Oro
La española Estíbaliz Urresola Solaren intentará hacerse con el Oso de Oro
España vuelve a ponerse en manos de una joven cineasta de 39 años, la bilbaína Estíbaliz Urresola Solaren, para hacerse con el Oso de Oro a la mejor película del 73º Festival Internacional de Cine de Berlín, que se llevó el año pasado la barcelonesa Carla Simón con Alcarrás, también ambientado en la España profunda y campesina.
El evento que se celebrará entre el 16 y el 26 de febrero, la Berlinale coincidirá con el primer aniversario de la guerra de Rusia contra Ucrania y este evento marcará a toda la manifestación con el estreno mundial de Superpower de Sean Penn y Aaron Kaufman, más que un documental propiamente dicho, un proyecto que la realidad fue transformando día a día.
20.000 especies de abejas es el debut en el largometraje de esta cineasta que ha obtenido premios en prestigiosos festivales (Esmirna, Donosskino y Guanajuato) por cada uno de los tres cortos precedentes, respectivamente Adri, Polvo somos y Cuerdas.
Pero su filme deberá lidiar con otros 17 llegados de todos los rincones del planeta, aunque no debería enfrentarse a grandes nombres de la cinematografía mundial, ya que este año la Berlinale ha decidido aventurarse en territorios desconocidos con abundancia de debutantes como ella.
Entre los más conocidos cineastas del plantel está el francés Philippe Garrel, quien con Le grad chariot (El arado), ex La lune crevée, retoma un viejo guion del difunto colaborador de los últimos films de Luis Buñuel, Jean Claude Carrière, para contar las aventuras de tres hermanos, su padre y su abuela, que se pasean por Francia con un teatro de marionetas. En el reparto figuran los mismos hijos del director, Louis, Esther y Léna, más la veterana Francine Bergé.
La reseña se inaugura el 16 de febrero con She Came to Me de una directora norteamericana, Rebecca Miller, que en más de treinta años de carrera ha dirigido solo seis largometrajes, todos centrados en temáticas femeninas, en este caso el de una compositora que recupera la inspiración después de una relación fortuita de una noche.
Siguiendo con los más conocidos directores tenemos a dos alemanes, la berlinesa Margarethe von Trotta, multipremiada en este festival (Las hermanas alemanas, etc.) con Ingeborg Bachmann - viaje en el desierto, una ficción dedicada a la célebre escritora austríaca que murió quemada en su casa romana a los 47 años después de una agitada vida sentimental y literaria y Christian Petzold, habitual de la Berlinale, con Cielo carmesí sobre un grupo de amigos que se encuentran amenazados por el fuego en un bosque al borde del mar Báltico.
El francés Nicolas Philibert, en su larga carrera iniciada a los 27 años en 1978, ha alternado cortos, videos, documentales, telefilms, series y películas, pero después del prestigioso premio Louis Delluc al mejor debutante en 2002 por Ser y tener (distinguido incluso en Valladolid), se perdió un poco en los vericuetos de la industria hasta este su debut en la Berlinale con Sur l’Adamant.
Vuelve al cine después de seis años de ausencia, el holandés radicado en Australia, Rolf de Heer con La supervivencia de la gentileza sobre una mujer abandonada en el desierto.
De aquí se pasa a los jóvenes pero ya probados cineastas como el sudafricano John Trengove, aclamado en Sundance y Berlín en 2018 por Inxeba (La herida) que trae Manodrome, su segundo filme coproducido por Gran Bretaña y Estados Unidos y que promete ser el film escándalo del festival al describir el conflicto de un conductor de Uber (Jesse Eisenberg) que pierde contacto con la realidad al ver despertarse sus deseos más reprimidos.
Otro es el japonés Makoto Shinkai, hombre de muchos talentos, autor de manga, con Suzume que mezcla acción con dibujos animados, seguido por el portugués Joao Canijo con Mal vivir sobre cinco mujeres que tratan de salvar un hotel en ruinas, la alemana Angela Schanelec y su historia de incesto en Musik, el australiano Ivan Sen con su policial Limbo, la alemana Emily Atef con Algún día nos lo diremos todo, una historia de amor entre una adolescente y un granjero que la dobla en edad en la época de la unión de las dos Alemanias (1990), su compatriota Christoph Hochhäusler y su Hasta el fin de la noche, y el canadiense Matt Johnson y su BlackBerry sobre el suceso inmediato y posterior fracaso del primer smartphone de la historia.
Y después están los debutantes que además de la vasca Urresola Solaren, son la norteamericana de origen sudcoreana Celine Song con el semiautobiográfico Past Lives, sobre la amistad entre dos niñas cuando la familia de una emigra a los Estados Unidos, el italiano Giacomo Abbruzzese con Disco Boy sobre un emigrante del este europeo que se hace legionario en África, la mexicana Lila Ayles con Tótem y el chino Zhang Lun con La torre en sombras.